Lucas y la travesura del duende travieso
Lucas y sus amigos estaban pasando una tarde genial en la plaza, correteando, riendo y disfrutando del sol. De repente, un pequeño duende verde apareció de la nada y comenzó a molestar a Lucas.
- ¡Ey! ¡Deja de molestarme, duende travieso! -exclamó Lucas mientras trataba de alejar al duende. Pero el duende no solo quería molestarlo, sino que también le arrebató la comida que tenía preparada para merendar. Lucas estaba sorprendido y un poco asustado por la situación.
Sin embargo, algo extraño comenzó a sucederle: sintió un cosquilleo en todo su cuerpo y notó que algo extraordinario estaba por ocurrir. De repente, sin previo aviso, Lucas se transformó en Spiderman.
Tenía un traje rojo y azul brillante, con telarañas en las manos listas para ser disparadas. Sus amigos lo miraron con asombro y alegría. - ¡Wow! ¡Eres Spiderman, Lucas! -gritó uno de sus amigos emocionado.
Sin dudarlo ni un segundo, Spiderman (también conocido como Lucas) se lanzó detrás del duende verde para recuperar su comida y enseñarle una lección sobre respeto y amistad. El duende intentaba escapar entre los árboles de la plaza, pero Spiderman era ágil y veloz.
- ¡Detente ahora mismo! Devuélveme mi comida -ordenó Spiderman con determinación. El duende verde se detuvo al escuchar la voz firme de Spiderman. Se dio cuenta de que había cometido un error al molestar a Lucas y robarle su merienda.
Con gestos tímidos, devolvió la comida a nuestro héroe arácnido. - Lo siento mucho... No volveré a hacer travesuras -se disculpó el duende avergonzado.
Spiderman aceptó las disculpas del duende verde con bondad y le recordó lo importante que es ser amable con los demás. Después de ese incidente inesperado, todos en la plaza aplaudieron a Lucas por su valentía y buen corazón.
Desde ese día en adelante, Lucas supo que no necesitaba poderes especiales para ser un héroe; bastaba con tener coraje, bondad y saber defender lo correcto. Y así continuaron jugando en la plaza, sabiendo que siempre podían contar con su amigo Spiderman para protegerlos cuando hiciera falta.
FIN.