Lucero, el caballo limpio



Lucero, el caballo de la granja, era conocido por su elegancia, velocidad y su extraña habilidad para mantenerse limpio en todo momento.

A diferencia de los demás caballos, a Lucero no le gustaba revolcarse en el barro ni en el pasto sucio. Siempre prefería mantener su blanco pelaje reluciente, lo que lo convertía en la envidia de los otros animales de la granja. Un día, una terrible tormenta azotó la granja, y el terreno se llenó de lodo y tierra.

Mientras los demás animales se divertían jugando en el barro, Lucero se mantenía al margen, cuidando su limpieza. A pesar de las burlas y críticas de los otros animales, Lucero seguía siendo amable y cariñoso con todos.

Un día, la granja organizó una carrera para recaudar fondos. Lucero, a pesar de su limpieza, decidió participar. Durante la carrera, su pelaje brillante deslumbraba a todos, y su velocidad dejaba atrás a los demás participantes.

Al final, Lucero ganó la carrera, demostrando que la limpieza y la elegancia no eran obstáculos para el éxito. La moraleja de la historia es que cada uno es especial a su manera, y que no hay que cambiar quiénes somos para destacar.

Aceptarnos y ser auténticos nos llevará al camino del éxito y la felicidad.

FIN.

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