Luces apagadas, amistad encendida



Ivana, Graciela y Ale se reunieron en la sala de profesores de la escuela con mucha emoción. Querían organizar actividades divertidas para darles la bienvenida a los alumnos en el comienzo del nuevo ciclo escolar.

Mientras intercambiaban ideas y reían juntas, de repente, un corte de luz sorprendió a todas. - ¡Oh no! ¿Qué ha pasado? - exclamó Ivana, mirando a su alrededor en la oscuridad. - Parece que se cortó la electricidad.

Qué miedo - respondió Graciela con una risita nerviosa. - Tranquilas chicas, no hay problema. Vamos a buscar linternas o velas para iluminar un poco este lugar - propuso Ale con calma.

Las tres amigas se pusieron de pie con cuidado y comenzaron a buscar en los cajones de la sala en busca de algo que les ayudara a ver mejor. Finalmente encontraron unas linternas viejas y unas velas casi derretidas.

- Bueno, al menos ahora podemos ver algo más - dijo Ivana encendiendo una linterna. - Sí, pero creo que será mejor si nos quedamos juntas hasta que vuelva la luz. No queremos asustar a los alumnos cuando lleguen mañana - sugirió Graciela mientras encendía una vela.

Las tres se sentaron alrededor de la mesa, iluminadas por las débiles luces de las linternas y las velas. A pesar del contratiempo inesperado, decidieron aprovechar el momento para seguir planificando las actividades con entusiasmo.

- Podríamos hacer una búsqueda del tesoro en el patio para que los chicos se diviertan desde el primer día - propuso Ale emocionada. - ¡Sí! Y también podríamos organizar un taller creativo donde puedan expresarse libremente a través del arte - agregó Ivana con entusiasmo.

Mientras continuaban planeando nuevas ideas entre risas y charlas animadas, la oscuridad ya no parecía tan intimidante. La camaradería entre ellas era tan fuerte que lograron convertir un momento incómodo en una oportunidad para fortalecer su amistad y creatividad.

Finalmente, después de un rato, la luz regresó inundando nuevamente la sala. Las tres amigas suspiraron aliviadas pero también un poco melancólicas por tener que abandonar aquel ambiente íntimo e inspirador creado por la penumbra.

- Bueno chicas, parece que volvemos a estar iluminadas literalmente - bromeó Graciela levantándose de su silla. - Sí... pero esta experiencia nos demostró lo importante que es trabajar juntas ante cualquier situación adversa.

¡Estoy segura de que este año será increíble junto a ustedes! - exclamó Ale abrazando a sus amigas emocionada. Con renovada energía y complicidad, Ivana, Graciela y Ale continuaron con sus planes para recibir a los estudiantes con alegría y creatividad en los primeros días escolares.

Juntas demostraron que incluso en medio de las sombras más densas siempre hay espacio para brillar si se cuenta con buenos amigos al lado.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!