Luci y la luz del amor



Había una vez, en un lejano planeta llamado Estrellita Feliz, una pequeña luz que vivía rodeada de estrellas brillantes y coloridas.

Esta luz se llamaba Luci y siempre había sentido curiosidad por explorar otros lugares fuera de su hogar celestial. Un día, mientras Luci jugaba entre las nubes brillantes, notó algo diferente en el cielo. Una luz muy especial descendió del espacio y se introdujo en la tierra.

Era tan hermosa y misteriosa que Luci decidió seguirla para descubrir qué era. La pequeña extensión de Luci hacia arriba comenzó a elevarse lentamente, siguiendo el rastro de esa mágica luz. Mientras tanto, otra extensión de Luci se deslizaba hacia abajo buscando a su madre.

Ambas extensiones tenían un objetivo claro: encontrar a sus padres. La extensión que subía al cielo encontró a su padre estelar, una estrella gigante llamada Solcito Brillante.

Al verla acercarse con timidez, el Solcito Brillante sonrió y dijo: "¡Oh! ¡Eres mi pequeña Luzcita! Te he estado esperando". Luci saltó de alegría al encontrarse con su padre y juntos empezaron a jugar entre los rayos dorados del sol.

El Solcito Brillante le enseñó todo sobre los planetas del sistema solar y cómo brindar calor y energía a todos los seres vivos. Mientras tanto, la extensión que descendía encontró a su madre terrenal en un hermoso jardín lleno de flores multicolores.

La mamá tierra, llamada Tierrita Linda, la recibió con los brazos abiertos y le dijo: "¡Hola, mi pequeña Luzcita! Estaba esperando este momento tan especial". Luci se sintió muy feliz al encontrarse con su madre y juntas empezaron a explorar el mundo.

La Tierrita Linda le mostró cómo cuidar de las plantas y los animales, enseñándole lo importante que era proteger el medio ambiente. Un día, Luci decidió unir sus dos extensiones en un solo ser de amor.

Ascendió hacia el cielo para reunirse con su padre Solcito Brillante y luego descendió nuevamente para abrazar a su madre Tierrita Linda. Al fusionarse, se convirtieron en una luz aún más brillante y poderosa.

Esta nueva luz tenía un propósito: llevar amor y alegría a todos los rincones del universo. Luci entendió que todos somos parte de algo más grande y que cada uno tiene un papel importante en este gran planeta. Desde ese día, Luci recorrió la tierra iluminando hogares oscuros con su cálido resplandor.

Ayudó a niños tristes a encontrar la felicidad en pequeños gestos de bondad y recordó a las personas la importancia de cuidar nuestro planeta.

Y así, gracias a esa pequeña luz que descendió del espacio para buscar a sus padres y luego unirse en un solo ser lleno de amor, el mundo se convirtió en un lugar mejor donde todos vivían felices y en armonía. Fin

FIN.

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