Lucía, la líder amable del campo


Había una vez un sol muy radiante llamado Sol, que iluminaba todo el cielo con su brillo dorado. Sol vivía en un campo verde y amplio, lleno de flores y árboles frutales.

Ahí también habitaban muchos animales, como mariposas de colores brillantes. Un día, la mariposa más hermosa del campo llamada Lucía se despertó con ganas de explorar más allá de las flores donde usualmente volaba.

Así que decidió emprender un viaje hacia el bosque cercano al campo. En su camino, Lucía encontró a una pequeña oruga perdida entre los arbustos. La oruga estaba triste porque no podía encontrar su hogar y tenía hambre.

Entonces Lucía le preguntó:"¿Qué te pasa amiguita?""Estoy perdida y hambrienta", respondió la oruga con voz débil. Lucia sabía que no podía dejar a la oruga sola en ese estado, así que decidió ayudarla a encontrar su hogar y conseguir algo para comer.

Juntas caminaron por todo el bosque hasta encontrar una hoja grande y verde llena de jugosas gotas de rocío fresco. La oruga comió hasta saciarse mientras Lucía la observaba feliz por haber ayudado a alguien necesitado.

De regreso al campo, ya anocheciendo, Sol comenzaba a desvanecerse en el horizonte cuando Lucía notó algo extraño: todos los animales estaban inquietos y preocupados por algo. "¿Qué pasa aquí?", preguntó curiosa Lucía. "Es nuestro amigo Alex", dijo un conejo angustiado.

"Se perdió en el bosque y aún no ha regresado". Lucía sabía que tenía que hacer algo. Con la ayuda de los demás animales, comenzaron una búsqueda en el bosque para encontrar a Alex.

La noche se hizo más oscura, pero ellos seguían buscando sin descanso. Fue entonces cuando Lucía vio una pequeña luz titilante en la distancia. Se acercó con cautela y encontró a Alex temblando de frío y asustado detrás de un árbol.

"¡Alex! ¡Te encontramos!", exclamó Lucía emocionada. Juntos regresaron al campo donde todos los animales se alegraron al verlos sanos y salvos.

Sol volvió a salir en el cielo, iluminando todo con su brillo dorado mientras todos celebraban la valentía y amistad de Lucía. Desde ese día, todos los animales del campo aprendieron que ayudar a los demás es importante para lograr grandes cosas juntos. Y así, cada vez que alguien necesitaba ayuda, ellos estaban ahí para apoyarse mutuamente.

Y así termina esta historia infantil inspiradora y educativa sobre la importancia de ser solidarios con nuestros amigos necesitados, incluso si eso significa salirnos del camino habitualmente recorrido como lo hizo Lucía al aventurarse hacia el bosque cercano al campo.

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