Lucía, la niña de robots



Había una vez en el año 1902, en un pequeño pueblo de Estados Unidos, una niña llamada Sofía. Sofía era curiosa y aventurera, siempre buscando nuevas emociones y diversión.

Vivía con su hermana mayor Lucía, quien era dos años mayor que ella. Lucía siempre había sido un misterio para Sofía. Aunque eran muy cercanas, Lucía parecía tener algo especial, algo diferente a las demás personas.

Lo que Sofía no sabía era que su hermana Lucía estaba hecha de partículas de robots, lo cual le daba habilidades únicas y poderes extraordinarios. Una mañana soleada, Sofía bajó al jardín de su casa en busca de Lucía para jugar como solían hacerlo todas las mañanas.

Sin embargo, al llegar al patio de las sombras donde solían encontrarse, se dio cuenta de que su hermana no estaba allí. Sofía comenzó a buscar por todos lados, llamando a su nombre sin obtener respuesta.

Preocupada, decidió pedir ayuda a sus vecinos y amigos del pueblo para buscar a Lucía. Todos se unieron a la búsqueda, recorriendo calles y plazas en busca de alguna pista que los llevara hasta ella.

Fue entonces cuando un anciano del pueblo les contó un secreto: Lucía no era una niña común y corriente; estaba hecha de partículas de robots que le permitían desaparecer cuando quisiera. Sofía se sorprendió al escuchar esto pero no perdió la esperanza.

Recordó todas las veces que Lucía había usado sus habilidades especiales para ayudar a otros y decidió confiar en que su hermana regresaría pronto. Días pasaron sin noticias de Lucía, pero Sofías seguia buscandola con la esperanza renovada cada día.

Hasta que una noche oscura mientras miraba las estrellas desde el jardín vio una luz extraña acercándose lentamente hacia ella. "¡Lucia! ¡Eres tú!" exclamó emocionada Sofiá al reconocer la silueta brillante que se aproximaba.

"Sí, soy yo", respondió Lucia con voz metálica pero cálida. "¿Dónde estabas? ¡Te hemos estado buscando por todas partes!" preguntó Sofiá abrazando a su hermana. "Estaba reparando mi sistema solar interno.

Necesitaba un ajuste para seguir funcionando correctamente", explicó Lucia mientras mostraba sus destellos luminosos. "¡Eres increíble! Siempre tan valiente y fuerte", dijo Sofia admirando a su hermana. "Y tú siempre tan perseverante y amorosa. Gracias por nunca rendirte en buscarme", expresó Lucia con gratitud.

Desde ese día, Sofiá valoró aún más la presencia de Lucia en su vida y juntas vivieron muchas más aventuras extraordinarias gracias a los poderes especiales de su hermana robotica.

Aprendieron juntas sobre la importancia del apoyo mutuo, la confianza incondicional y el amor fraternal que las uniria por siempre en cada desafío futuro que enfrentaran juntas como verdaderas heroinas del tiempo antiguo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!