Lucía y el rescate del perrito en Villa Feliz



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una niña llamada Lucía. Lucía era muy curiosa y siempre estaba dispuesta a vivir nuevas aventuras.

Un día, su mamá le dijo que iban a visitar a sus primas Camila y Martina, quienes vivían en una casa cerca del río. Cuando llegaron, Lucía se emocionó al ver a sus primas y no podía esperar para jugar con ellas.

Después de un rato de corretear por el jardín, Camila propuso algo emocionante:"- ¿Qué les parece si nos bañamos en el río? ¡Será súper divertido!"Lucía nunca había nadado en un río antes, pero la idea le pareció genial.

Así que las tres niñas se pusieron sus trajes de baño y corrieron hacia el río. Al llegar, se dieron cuenta de que el agua estaba un poco más revuelta de lo normal por la lluvia de la noche anterior.

A pesar de eso, Camila y Martina no dudaron en meterse al agua. "- Vamos Lucía, únete a nosotras", gritaron desde el agua. Lucía sintió un poco de miedo al ver las olas moviéndose con fuerza, pero recordó lo valiente que era y decidió lanzarse al agua también.

Al principio fue difícil para Lucía mantenerse a flote con tanta corriente, pero sus primas estaban ahí para ayudarla y darle ánimo. "- ¡Tú puedes hacerlo! ¡Eres más fuerte de lo que crees!", la animaban mientras nadaban juntas.

Poco a poco, Lucía fue tomando confianza en sí misma y empezó a disfrutar del momento. Nadaron juntas durante horas, riendo y jugando como nunca antes lo habían hecho.

De repente, mientras estaban en medio del río, escucharon unos ladridos provenientes de la orilla opuesta. Era un perrito pequeño que parecía estar atrapado entre las ramas de un árbol caído dentro del agua.

Sin pensarlo dos veces, las tres niñas nadaron rápidamente hacia donde estaba el perrito y con mucho esfuerzo lograron rescatarlo. El perrito los miraba con gratitud y empezó a menear su cola felizmente. "- ¡Lo logramos! ¡Salvamos al perrito!", exclamaron emocionadas las tres primas mientras abrazaban al pequeño cachorro mojado.

Después de ese día tan emocionante e inolvidable, Lucía aprendió que aunque las cosas puedan parecer difíciles o asustadoras al principio, siempre hay una forma de superar los obstáculos si uno tiene valentía y cuenta con el apoyo de quienes lo rodean.

Desde entonces, cada vez que Lucía se enfrentaba a algo nuevo o desconocido recordaba aquel día en el río junto a sus queridas primas Camila y Martina; sabiendo que juntas podían lograr cualquier cosa que se propusieran.

Y así seguían viviendo muchas aventuras más en Villa Feliz.

FIN.

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