Lucía y el viaje a la Tierra Encantada



Había una vez una niña llamada Lucía, a quien le encantaba ver videos de cuentos mágicos en su tablet.

Un día, mientras navegaba por internet, se topó con un video sobre Narnia, el maravilloso mundo de los leones y las brujas. Lucía quedó fascinada con las imágenes que veía en la pantalla: bosques encantados, criaturas mágicas y aventuras sin fin. Desde ese momento, su mayor deseo fue poder viajar a Narnia y vivir sus propias aventuras.

- ¡Mamá, mamá! ¡Quiero ir a Narnia! - exclamó Lucía emocionada. Su mamá sonrió ante la ilusión de su hija y le explicó que Narnia era solo un lugar de fantasía creado en libros y películas.

Pero Lucía estaba decidida a encontrar la manera de llegar allí. Así que esa misma tarde, se puso en marcha para buscar tickets que la llevaran a Narnia.

Recorrió tiendas, preguntó a personas mayores e incluso miró debajo de las piedras, pero no encontraba ningún ticket en ninguna parte. Desanimada por no poder encontrar los tickets, Lucía decidió sentarse en un parque cercano a reflexionar sobre qué hacer. Fue entonces cuando escuchó una voz suave que provenía del interior de un árbol antiguo.

- ¿Estás buscando tickets para Narnia? - dijo la voz misteriosa. Lucía asintió con timidez y respondió: "Sí, pero parece ser imposible encontrarlos".

El árbol comenzó a brillar con una luz cálida y poco a poco se abrió revelando un pasaje secreto. Sin dudarlo ni un segundo, Lucía entró al túnel iluminado por el resplandor del árbol. Al final del pasaje emergió en medio de un bosque frondoso y colorido.

Frente a ella estaba Aslan, el majestuoso león de Narnia. - Bienvenida, pequeña viajera - dijo Aslan con voz profunda pero amable -. Veo que has llegado hasta aquí con determinación y valentía.

Lucía estaba atónita ante semejante espectáculo pero sintió una calidez reconfortante al estar frente al imponente león. - ¿Cómo es posible todo esto? ¿Dónde estamos? - preguntó Lucía sin perder la compostura.

Aslan sonrió sabiamente antes de responder: "Estás en el corazón de Narnia, donde los sueños se hacen realidad para aquellos lo suficientemente valientes para creer". A lo largo de varios días llenos de aventuras emocionantes junto a Aslan y sus amigos del bosque, Lucía aprendió valiosas lecciones sobre coraje, amistad y perseverancia.

Descubrió que los verdaderos tesoros no se encuentran fuera sino dentro de cada uno; solo hay que abrirse camino hacia ellos con determinación y fe en uno mismo. Finalmente llegó el momento de regresar a casa.

Aslan acompañó a Lucía hasta el túnel secreto bajo el árbol centenario donde todo comenzó. - Recuerda siempre lo aprendido aquí - dijo Aslan con cariño -, tu corazón siempre será bienvenido en Narnia cuando necesites recordar quién eres realmente.

"Y así Lucía regresó al mundo real llevando consigo las enseñanzas mágicas e invaluables vividas en aquel lugar extraordinario llamado Narnia.

Y aunque nunca más volvió físicamente allí; cada vez que cerraba los ojos podía sentir la brisa fresca del bosque acariciando su rostro como un dulce recuerdo grabado en su alma para siempre jamás.

FIN.

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