Luciana y el misterio de la montaña de basura
Luciana era una niña muy creativa y llena de energía. Le encantaba jugar al aire libre, pero un día, mientras correteaba por el parque, se detuvo de golpe al ver una enorme montaña de basura en un rincón.
Intrigada, se acercó y preguntó a su mamá por qué había tanta basura acumulada. Su mamá le explicó que mucha gente no cuidaba el medio ambiente y tiraba la basura en cualquier lugar, en lugar de reciclar o desecharla correctamente.
A partir de ese momento, Luciana decidió que tenía que hacer algo al respecto. -¡Mamá, quiero ayudar a limpiar la montaña de basura! -exclamó Luciana con entusiasmo.
-Claro, Luciana, es genial que quieras hacer algo por el medio ambiente, pero no podemos hacerlo solas. Necesitamos un plan y la ayuda de más personas, -respondió su mamá. Luciana, pensó por un momento y se le ocurrió una idea brillante.
Decidió que organizaría un evento para limpiar el parque y crear conciencia sobre el cuidado del medio ambiente.
Con la ayuda de su mamá, Luciana repartió volantes, hizo llamadas y publicó en las redes sociales para invitar a todos a unirse a la gran limpieza del parque. El día del evento, mucha gente se sumó, incluyendo niños, padres, abuelos y vecinos.
Todos trabajaron juntos para recoger la basura y separarla para reciclarla. Luciana estaba emocionada de ver a tanta gente comprometida con cuidar el planeta. Al final del día, el parque lucía limpio y hermoso otra vez. Pero la historia no termina ahí.
Mientras limpiaban, encontraron un pequeño raccoon atrapado en un trozo de plástico. Todos se unieron para liberarlo y Luciana les recordó a todos que las acciones pequeñas de cada persona pueden marcar una gran diferencia.
Después del evento, Luciana continuó su misión de concientizar a otros sobre el cuidado del medio ambiente.
Organizó talleres en su escuela, habló en la radio local y hasta escribió una carta al intendente para pedir más contenedores de reciclaje en el barrio. Su entusiasmo y determinación inspiraron a muchos a tomar conciencia y cuidar el lugar donde vivimos.
Gracias a Luciana y su incansable espíritu, el parque y el barrio se convirtieron en un lugar más limpio y sostenible para todos.
FIN.