Lucías Journey to Happiness
Lucía era una niña muy curiosa y siempre estaba en búsqueda de nuevas formas de aprender y crecer.
Un día, mientras exploraba por internet, descubrió un aula de formación llamada "Sanando Vidas" que prometía enseñarle a las personas cómo ser felices aplicando los siete principios universales del kibalion. Intrigada por esta propuesta, Lucía decidió inscribirse en el curso. Al comenzar las clases, se encontró con su instructora, la sabia señora Martina.
Con su voz dulce y sabiduría infinita, la señora Martina les explicó a todos los niños los fundamentos del kibalion. El primer principio era el de Mentalismo: "Todo es mente".
La señora Martina les dijo que nuestros pensamientos tienen un poder increíble y que debemos aprender a utilizarlos para crear una realidad feliz. Lucía entendió que si pensaba positivamente, todo a su alrededor se volvería más hermoso. El segundo principio era el de Correspondencia: "Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera".
Esto significaba que lo que sentimos dentro de nosotros se refleja en nuestro entorno. Si queríamos vivir en un mundo lleno de amor y paz, debíamos cultivarlo primero dentro de nosotros mismos.
El tercer principio era el de Vibración: "Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra". La señora Martina les explicó que cada cosa en el universo tiene una vibración única y que podían elegir vibrar alto o bajo.
Lucía aprendió que si quería sentirse feliz y plena, debía rodearse de cosas positivas y alejarse de lo negativo. El cuarto principio era el de Polaridad: "Todo es doble; todo tiene dos polos".
La señora Martina les enseñó que en la vida siempre había altibajos, pero que debíamos aprender a encontrar el equilibrio. Lucía entendió que si se encontraba triste, podía buscar cosas que le hicieran feliz para recuperar su alegría.
El quinto principio era el de Ritmo: "Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso". La señora Martina les dijo que la vida tenía ciclos naturales y que debían aprender a fluir con ellos.
Lucía comprendió que no siempre podía estar llena de energía, pero también aprendió a descansar cuando su cuerpo lo necesitaba. El sexto principio era el de Causa y Efecto: "Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa".
La señora Martina les explicó la importancia de tomar responsabilidad por sus acciones, ya que cada una tenía una consecuencia. Lucía entendió que si quería ser feliz, debía hacer cosas positivas y tratar bien a los demás.
Por último, el séptimo principio era el de Generación: "La generación existe por doquier; todo tiene un principio masculino y femenino". La señora Martina les habló sobre la importancia del equilibrio entre las energías masculinas y femeninas dentro de nosotros.
Lucía aprendió a conectar con su lado creativo e intuitivo para vivir una vida más plena. A medida que avanzaban las clases, Lucía comenzó a aplicar estos principios en su vida cotidiana. Empezó a pensar en positivo, a rodearse de cosas que la hacían feliz y a tomar responsabilidad por sus acciones.
Poco a poco, Lucía notó cómo su vida se transformaba. Un día, mientras caminaba por el parque, Lucía encontró un cachorrito abandonado. En lugar de sentirse triste por él, decidió llevarlo a casa y cuidarlo.
Le puso el nombre de Kiba en honor al kibalion y juntos vivieron muchas aventuras felices. Lucía también comenzó a contagiar su alegría a las personas que la rodeaban.
Sus amigos se sorprendían de lo radiante que estaba siempre y le preguntaban cuál era su secreto. Ella les contaba sobre los siete principios del kibalion y los animaba a aplicarlos en sus vidas.
Con el tiempo, Lucía se dio cuenta de que ser feliz no dependía de las circunstancias externas, sino de cómo ella elegía percibir y vivir su realidad. Gracias al conocimiento adquirido en el aula "Sanando Vidas" y la aplicación de los principios universales del kibalion, Lucía logró encontrar la verdadera felicidad dentro de sí misma.
Y así fue como Lucía inspiró a muchos otros niños con su historia de superación y crecimiento personal. Juntos descubrieron que todos tenemos el poder dentro de nosotros para crear una vida llena de amor, paz y felicidad.
FIN.