Lucías Nightmares Vanish


Lucía era una niña muy valiente y aventurera. Le encantaba pasar tiempo con su abuelo en su casa de campo, donde siempre encontraba nuevas cosas emocionantes para explorar.

Sin embargo, había algo que la preocupaba: cada vez que iba a la casa del abuelo, tenía pesadillas por las noches. Una noche, después de tener otra pesadilla espantosa, Lucía decidió hablar con su abuelo sobre lo que estaba pasando.

Al día siguiente, mientras estaban sentados junto al fuego tomando mate, Lucía reunió el coraje para preguntarle:"-Abuelo, ¿por qué tengo pesadillas cada vez que vengo a tu casa?"El abuelo miró a Lucía con ternura y le acarició el cabello.

"-Mi querida Lucía", dijo él suavemente, "las pesadillas son como pequeños monstruos que viven dentro de nosotros. A veces se despiertan cuando estamos asustados o preocupados por algo". Lucía asintió con tristeza. "-Pero no te preocupes", continuó el abuelo.

"Hay muchas formas de enfrentar esas pesadillas y hacerlas desaparecer". Curiosa por saber más sobre cómo enfrentar sus miedos nocturnos, Lucía preguntó: "-¿Qué puedo hacer entonces?"El abuelo sonrió y sacó un libro antiguo de la repisa.

"-Aquí tengo algo especial para ti", dijo mientras le entregaba el libro a Lucía. "Es un libro lleno de historias inspiradoras y educativas sobre personas valientes que también tuvieron miedos pero los superaron". Lucía tomó el libro emocionada y comenzó a leer.

Cada noche, antes de dormir, leía una historia diferente.

Aprendió sobre un niño que temía a los perros pero luego descubrió que podían ser sus mejores amigos; también leyó sobre una niña que tenía miedo al agua pero aprendió a nadar y se convirtió en campeona de natación. Poco a poco, Lucía comenzó a sentirse más valiente. Las historias del libro la inspiraron y le dieron fuerza para enfrentar sus propios miedos.

Un día, mientras exploraba el jardín trasero de la casa del abuelo, Lucía encontró un pequeño búho asustado en el suelo. El pobre animalito parecía haberse lastimado una pata y no podía volar. Lucía recordó una historia del libro sobre un niño que ayudaba a los animales heridos.

Con cuidado, tomó al búho entre sus manos y lo llevó adentro de la casa. "-Abuelo, ¿podemos cuidar al búho hasta que se recupere?" preguntó ella con determinación. El abuelo sonrió orgulloso y asintió.

Juntos construyeron un pequeño nido para el búho en una caja de cartón. Lucía se aseguraba de alimentarlo correctamente y brindarle todo el cariño necesario para su recuperación. Cada noche, antes de dormir, observaban cómo el búho sanaba lentamente.

Después de algunas semanas, el búho finalmente estaba listo para volar nuevamente. Lucía lo liberó en el jardín trasero mientras todos aplaudían emocionados por su recuperación. Esa noche, Lucía se acostó en la cama con una sonrisa en el rostro.

Sabía que había superado sus pesadillas gracias a las historias inspiradoras del libro y al amor que había compartido con el búho. Desde entonces, cada vez que iba a la casa del abuelo, Lucía no tenía más pesadillas.

Había descubierto su propia valentía interior y sabía que podía enfrentar cualquier miedo que viniera a su encuentro. Y así, Lucía siguió siendo una niña valiente y aventurera, lista para enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara.

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