Ludmi y el Hechizo del Cabello Perfecto
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Ludmi. Tenía el cabello oscuro y rizado, pero no le gustaba peinarse. Siempre corría por ahí con su cabello desordenado y lleno de nudos.
Un día, mientras jugaba en el parque, Ludmi encontró un libro mágico. Estaba lleno de cuentos e historias maravillosas. Aunque todavía estaba aprendiendo a leer, se sentó bajo un árbol y comenzó a hojear las páginas con fascinación.
Cuando regresó a casa esa tarde, llevaba el libro consigo y decidió compartirlo con su familia durante la cena. "¡Mamá! ¡Papá! ¡Mica! Miren lo que encontré en el parque hoy", exclamó Ludmi emocionada.
Su mamá sonrió y preguntó curiosa: "¿Qué es eso, mi amor?"Ludmi abrió el libro y comenzó a contarles uno de los cuentos que había leído. Todos escucharon atentamente mientras ella les narraba la historia llena de aventuras y enseñanzas.
Desde ese día, Ludmi se convirtió en la narradora oficial de la familia. Cada noche antes de dormir, todos se reunían alrededor de ella para escuchar sus cuentos mágicos. Incluso Mica dejaba sus libros más grandes para disfrutar del talento narrativo de su hermana pequeña.
A medida que pasaban los días, Ludmi comenzó a notar algo peculiar en sus cuentos. Los personajes siempre enfrentaban obstáculos difíciles que debían superar para alcanzar sus metas.
Se daban cuenta de que, a pesar de las dificultades, siempre había una solución. Un día, cuando Ludmi estaba peinando a su muñeca favorita, recordó uno de los cuentos y pensó: "Si los personajes pueden superar sus problemas, ¡yo también puedo!"Decidió enfrentar su miedo a peinar su cabello oscuro.
Tomó un cepillo y comenzó a desenredar cada nudo con paciencia y determinación. Al principio fue complicado, pero poco a poco fue mejorando.
Su mamá la vio desde la puerta del cuarto y se acercó con una sonrisa en el rostro. "¡Ludmi! Estoy tan orgullosa de ti", dijo su mamá. "Has demostrado tanta valentía al enfrentar algo que no te gustaba hacer". Desde ese día en adelante, Ludmi se convirtió en una experta en peinarse el cabello.
Incluso enseñó a Mica algunos trucos para mantener su cabello rizado sin nudos. La familia de Ludmi notaba cómo había crecido gracias al poder de los cuentos y la valentía que había encontrado dentro de sí misma.
Todos estaban felices por ella y la animaron a seguir aprendiendo y disfrutando de la lectura. Y así, Ludmi continuó narrando cuentos mágicos mientras disfrutaba peinándose el cabello oscuro.
Aprendió que no hay obstáculo demasiado grande si tienes confianza en ti mismo y no tienes miedo de intentarlo.
FIN.