Luke y el combate contra las criaturas mutantes
Había una vez un joven llamado Luke, quien tenía un don muy especial: podía ver a los fantasmas.
Aunque al principio esto le asustaba mucho, con el tiempo aprendió a convivir con ellos y a ayudarlos en lo que necesitaban. Un día, mientras caminaba por el bosque cerca de su casa, se encontró con tres criaturas espeluznantes y muy malvadas. Eran mutantes que habían sido creados por la contaminación del río cercano.
Desde ese momento, comenzaron a perseguirlo y atormentarlo sin descanso. Luke estaba muy asustado y no sabía qué hacer para escapar de ellos. Pero entonces recordó algo que su abuelo le había enseñado: "Nunca te rindas ante tus miedos. Siempre hay una solución".
Así que decidió enfrentarse a los mutantes, pero pronto se dio cuenta de que era más difícil de lo que pensaba. Sin embargo, justo cuando parecía que todo estaba perdido, apareció su fiel amigo fantasma.
"¡Luke! -dijo el fantasma- No estás solo en esto. Juntos podemos vencerlos". Y así fue como Luke y su amigo fantasma lucharon contra los mutantes durante horas hasta lograr derrotarlos.
Desde ese día, Luke aprendió una gran lección: nunca debemos subestimar nuestra propia fuerza interior ni la ayuda de nuestros amigos en momentos difíciles.
A partir de entonces, cada vez que veía un fantasma o cualquier otra cosa espeluznante sentía menos miedo porque sabía que siempre podría contar con sus seres queridos para superarlo juntos. Y colorín colorado este cuento ha terminado.
FIN.