Luna, la bruja buena y valiente



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una bruja muy especial llamada Luna. A diferencia de las otras brujas que conocemos, Luna era diferente.

En lugar de hacer maldades y asustar a la gente, ella utilizaba sus poderes para hacer el bien y ayudar a los demás. Un día, mientras paseaba por el bosque encantado, Luna escuchó un ruido extraño proveniente de un arbusto.

Se acercó con cuidado y descubrió a un conejito atrapado entre las ramas. Sin dudarlo, utilizó su magia para liberarlo. El conejito, llamado Saltito, estaba muy agradecido y le dijo: "¡Gracias bruja buena! No sé qué hubiera hecho sin tu ayuda".

Luna sonrió y respondió: "No tienes nada que agradecerme Saltito. Me alegra poder ayudarte". A partir de ese momento, Luna se convirtió en la protectora del bosque encantado y todos los animales acudían a ella cuando necesitaban ayuda.

Ella les enseñaba valores como la amistad, el respeto por la naturaleza y el amor hacia los demás seres vivos. Un día mientras caminaba por el bosque acompañada por Saltito, encontraron a un zorrito llorando junto a un árbol caído.

El zorrito explicó que su madriguera había sido destruida por una tormenta y no tenía dónde vivir. Luna se compadeció del zorrito y decidió buscarle un nuevo hogar. Utilizando su magia encontraron una cueva abandonada donde podría vivir seguro y protegido.

El zorrito, agradecido, le dijo: "¡Eres la mejor bruja del mundo!"Luna sonrió y respondió: "No soy la mejor, solo hago lo que está en mi corazón".

Un día, mientras Luna volvía a su cabaña después de ayudar a un pajarito a construir su nido, se encontró con una situación inesperada. Un grupo de brujas malvadas había llegado al bosque encantado y estaban causando problemas. Las brujas malvadas querían apoderarse del bosque y convertirlo en un lugar oscuro y triste.

Luna sabía que no podía permitirlo, así que decidió enfrentarse a ellas. Después de una larga batalla mágica, Luna logró vencer a las brujas malvadas y expulsarlas del bosque. Todos los animales la rodearon aplaudiendo y vitoreando su valentía.

Desde ese día, el bosque encantado fue un lugar seguro y feliz gracias al esfuerzo de Luna. Ella continuó ayudando a todos los seres vivos que lo necesitaban y enseñándoles la importancia de ser amables y compasivos.

Y así termina nuestra historia de La bruja buena. Aprendimos que no importa cómo somos por fuera o si tenemos poderes especiales; lo más importante es cómo utilizamos esos poderes para hacer el bien en el mundo.

Y recuerda siempre llevar bondad en tu corazón como lo hacía Luna, ¡la bruja más especial!

FIN.

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