Luna y el Sapo Encantado



Había una vez en un mágico bosque encantado, vivía una bruja llamada Luna. Luna era una bruja muy especial, ya que utilizaba su magia para hacer el bien y ayudar a los demás.

Tenía un caldero mágico donde preparaba pociones y un libro mágico lleno de hechizos. Un día, mientras paseaba por el bosque, Luna encontró una varita mágica brillante y poderosa.

La varita tenía la capacidad de invocar a un dragón cada vez que se pronunciara un hechizo especial. Sin embargo, Luna sabía que debía tener mucho cuidado con su uso para no causar daño. Luna decidió llevarse la varita a su cabaña para estudiarla detenidamente.

Mientras hojeaba su libro mágico buscando información sobre la varita, se dio cuenta de que había algo escrito sobre cómo utilizarla correctamente. El libro mencionaba que solo podían usarla personas con buen corazón y buenas intenciones.

Emocionada por esta revelación, Luna sabía que ella era digna de usar la varita y decidida a demostrarlo al mundo. Decidió organizar una gran fiesta en el bosque para compartir su magia con todos los habitantes del lugar.

Cuando llegó el día de la fiesta, Luna colocó el caldero en medio del claro del bosque y comenzó a recitar uno de sus hechizos favoritos mientras agitaba la varita en el aire:"¡Abracadabra! ¡Que aparezcan sapos saltarines!"De repente, del caldero salieron muchos sapos multicolores que empezaron a saltar por todas partes.

Los niños y las criaturas del bosque se llenaron de alegría al ver a los sapos saltando sin parar.

Pero de repente, uno de los sapos comenzó a hablar:"¡Ayuda! ¡Soy un niño atrapado en este cuerpo de sapo!"Luna se sorprendió y rápidamente buscó en su libro mágico una solución para revertir el hechizo. Descubrió que solo había una manera de hacerlo: debía encontrar una flor especial llamada "Flor de Transformación".

Sin perder tiempo, Luna y el sapo-niño emprendieron un viaje por el bosque en busca de la Flor de Transformación. Durante su aventura, encontraron muchos obstáculos y desafíos, pero nunca perdieron la esperanza.

Finalmente, después de días de búsqueda incansable, Luna y el sapo-niño encontraron la Flor de Transformación en lo más profundo del bosque. Siguiendo las instrucciones del libro mágico, Luna preparó una poción con los pétalos de la flor y le dio al sapo-niño un sorbo.

Al instante, el sapo-niño volvió a convertirse en su forma humana original. Era un niño llamado Tomás que se había perdido en el bosque hace mucho tiempo.

Tomás estaba muy agradecido con Luna por haberlo ayudado a volver a ser humano y prometió cuidar mejor del bosque encantado. Desde ese día, él se convirtió en el protector del lugar junto con Luna. La noticia sobre la bondad y magia poderosa de Luna se extendió por todo el reino mágico.

La gente comenzó a acudir a ella en busca de ayuda y consejos, y Luna siempre estaba dispuesta a ayudar.

Así, Luna demostró que la magia no solo podía ser utilizada para hacer trucos o causar daño, sino también para cambiar vidas y hacer del mundo un lugar mejor. Y desde entonces, el bosque mágico fue un lugar lleno de alegría, amor y aprendizaje gracias a la sabiduría y generosidad de Luna.

FIN.

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