Luna y el unicornio valiente
Había una vez un hermoso parque llamado "Unicornio Vélez", donde vivían muchos animales mágicos y encantadores. Entre ellos, destacaba una mariposa muy especial, de colores brillantes y alas suaves como la seda.
Su nombre era Luna, y era conocida por todos los habitantes del parque por su gracia y delicadeza. Un día, mientras Luna volaba entre las flores del parque, se encontró con un unicornio que estaba luchando contra un dragón malvado.
El unicornio estaba herido y cansado, pero no quería rendirse ante el enemigo. "¡Ayuda! ¡Por favor ayuda!"- gritó el unicornio al ver a la mariposa.
Luna sabía que no podía luchar contra el dragón ella sola, pero tampoco podía dejar al pobre unicornio en peligro. Entonces decidió hacer algo valiente e inesperado: usar sus alas para levantar al unicornio y alejarlo del peligro. El dragón intentó perseguirlos, pero Luna logró despistarlo con sus movimientos ágiles y rápidos.
Finalmente, lograron escapar de él y llegar a un lugar seguro. "Muchas gracias por ayudarme"- dijo el unicornio agradecido-. "Pero ¿cómo lo hiciste? Eres tan pequeña e indefensa". Luna sonrió con orgullo. "No importa cuán pequeño o grande seas -respondió-.
Siempre puedes encontrar una forma creativa de enfrentar tus problemas". El unicornio entendió el mensaje de la mariposa: no se trata solo de fuerza física sino también de ingenio y coraje para superar los obstáculos de la vida.
A partir de ese día, Luna y el unicornio se convirtieron en grandes amigos y compartieron muchas aventuras juntos en el parque Unicornio Vélez.
Y aunque siempre habría peligros que enfrentar, ellos sabían que podían contar el uno con el otro para superar cualquier desafío.
FIN.