Luna y el zorro
Había una vez en un bosque encantado, un monstruo hada llamado Luna. Era la más hermosa de todas las hadas del bosque, con sus alas de mariposa y su pelaje de zorro.
Un día, mientras volaba por el bosque, Luna encontró a una mariposa atrapada en una telaraña. La mariposa estaba llorando porque no podía liberarse. Luna se acercó y le dijo: "No te preocupes pequeña mariposa, yo te ayudaré".
Con sus alas mágicas, Luna rompió la telaraña y liberó a la mariposa. La mariposa estaba tan agradecida que le preguntó a Luna qué podía hacer para ayudarla en lo que necesitara. "Quiero enseñarte cómo volar", respondió Luna.
Así comenzaron las clases de vuelo entre la luna y la mariposa. Durante semanas practicaron juntas hasta que finalmente, la mariposa aprendió a volar como una verdadera hada.
Mientras tanto, en el bosque había un zorro que siempre se burlaba de Luna por tener alas de mariposas. Un día cuando caminaba por el bosque vio a Luna junto con su nueva amiga la mariposa volando juntas y decidió seguirlas para burlarse aún más.
Pero algo sorprendente sucedió: al verlas juntas y felices, el zorro sintió algo extraño dentro de él mismo.
Se dio cuenta que ser diferente no era algo malo sino todo lo contrario ¡Era genial! A partir de ese momento, el zorro decidió dejar atrás sus prejuicios y abrazar la diversidad en todas sus formas. Incluso se convirtió en amigo de Luna y la mariposa.
Así, los tres amigos siguieron explorando el bosque juntos, aprendiendo nuevas habilidades y descubriendo que lo diferente no es algo malo sino algo especial que hace a cada uno único e irrepetible. Y así fue como Luna, la hada con alas de mariposas, enseñó al zorro la importancia de aceptar y valorar las diferencias en los demás.
FIN.