Luna y la amistad feliz



Había una vez un grupo de conejitos que vivían en un bosque muy bonito. Sin embargo, estos conejitos eran muy tacaños y groseros entre ellos. Siempre se peleaban por la comida y no compartían nada.

Un día, llegó al bosque una nueva conejita llamada Luna. Ella era diferente a los demás conejos, porque tenía valores como la amistad, la tolerancia, la honestidad y la comprensión.

Al principio, los conejitos se burlaron de ella por ser tan amable con todos. "¿Por qué eres tan buena? Eso no te llevará a ningún lado", decía uno de los conejos. Pero Luna no se dejó intimidar y siguió siendo amable con todos.

Con el tiempo, los otros conejos comenzaron a darse cuenta de que esa actitud les hacía sentir bien también. "Luna, ¿cómo haces para ser tan amable?" preguntó uno de los conejos curioso.

"Es fácil", respondió Luna "solo hay que tratar a los demás como nos gustaría ser tratados". Los otros conejos comenzaron a reflexionar sobre sus acciones pasadas y se dieron cuenta de que habían sido demasiado egoístas y groseros unos con otros. Decidieron cambiar su actitud gracias al ejemplo de Luna.

Desde ese día en adelante, los conejitos comenzaron a compartir su comida y ayudarse mutuamente en todo lo que necesitaban. Se volvieron más felices juntos gracias a las enseñanzas valiosas de Luna.

La moraleja de esta historia es que siempre es importante tener valores como la amistad, la tolerancia, la honestidad y la comprensión en nuestras vidas. Si todos hacemos nuestra parte y tratamos a los demás como nos gustaría ser tratados, podemos hacer del mundo un lugar mejor para vivir.

FIN.

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