Luna y la aventura en la oscuridad

Luna era una niña curiosa y valiente durante el día, pero apenas caía la noche, su habitación se convertía en un lugar de temores.

Los monstruos que habitaban bajo su cama y en el armario la llenaban de miedo, y la oscuridad parecía ser la aliada perfecta para que estos terrores se hicieran presentes. Una noche, cansada de sentir temor, Luna decidió enfrentar sus miedos.

Se armó de valor, agarró su linterna y se aventuró en la oscuridad de su habitación. Al iluminar cada rincón, descubrió que los supuestos monstruos no eran más que sombras de objetos cotidianos. Una vez que los reconoció, perdiendo su aspecto tenebroso, Luna sintió que el miedo disminuía.

Entonces, decidió crear un escudo mágico con la luz de su linterna para protegerla de cualquier criatura imaginaria. Este acto le brindó una sensación de poder sobre sus temores. A partir de ese momento, Luna se transformó en la guardiana de la oscuridad.

Cada noche, con su linterna en mano, recorría su habitación desafiando a los monstruos. Su valentía inspiró a otros niños a enfrentar sus propios temores y descubrir que, al final, la oscuridad no era tan aterradora como parecía.

Luna aprendió que la valentía no significaba no tener miedo, sino enfrentarlo y superarlo. Y así, su habitación, que alguna vez fue el escenario de sus pesadillas, se convirtió en el lugar donde encontró su valentía.