Lupín contra Ogriño



Había una vez en el bosque de la Patagonia, un lobo llamado Lupín que era muy valiente y astuto. Lupín siempre estaba buscando aventuras y desafíos para demostrar su coraje ante los demás animales del bosque.

Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con un ogro gigante y musculoso llamado Ogriño. El ogro tenía una expresión amenazante y parecía estar buscando pelea. Lupín no se asustó y decidió enfrentarse al ogro.

"¿Qué quieres aquí, Ogriño? ¿Por qué estás tan enojado?"- preguntó Lupín tratando de calmarlo. "¡Yo quiero pelear contigo! ¡Quiero demostrar que soy más fuerte que tú!"- respondió Ogriño con voz ronca.

Lupín sabía que no podía ganarle al ogro en fuerza bruta, pero tenía algo que el ogro no tenía: inteligencia y astucia. Entonces decidió proponerle un juego: "¿Qué tal si hacemos una carrera hasta la cima de la montaña? El primero en llegar será el ganador".

Ogriño aceptó la propuesta confiado en su velocidad y fuerza. La carrera comenzó y Ogriño salió corriendo a toda velocidad dejando atrás a Lupín. Pero lo que Ogriño no sabía es que Lupín había planeado todo desde antes.

Mientras Ogriño corría hacia la cima de la montaña sin preocuparse por nada más, Lupín aprovechaba cada obstáculo del camino para recolectar objetos útiles como ramas secas, piedras y hojas.

Finalmente, cuando Ogriño estaba a punto de llegar a la cima, Lupín lo alcanzó y comenzó a lanzarle los objetos que había recolectado. Ogriño se distrajo y tropezó con una piedra lo que hizo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo.

Lupín llegó primero a la cima de la montaña pero en lugar de celebrar su victoria decidió ayudar al ogro que estaba lastimado. "No tienes por qué pelear para demostrar tu fuerza, Ogriño.

Siempre hay otra forma de resolver las cosas sin violencia"- dijo Lupín mientras curaba las heridas del ogro. Ogriño se sintió avergonzado por querer pelear sin razón y aprendió una valiosa lección gracias a Lupín: no siempre es necesario ser el más fuerte o tener la última palabra para ganar respeto y admiración.

Desde ese día, Lupín y Ogriño se hicieron amigos inseparables y juntos exploraron el bosque en busca de nuevas aventuras, siempre recordando que la inteligencia puede superar cualquier desafío físico.

FIN.

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