Luz y el Bosque de los Sueños
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Verdejito, una niña llamada Luz. Desde muy chiquita, Luz amaba la naturaleza. Le encantaba jugar entre los árboles, escuchar el canto de los pájaros y ver como las flores abrían sus pétalos al sol. Sin embargo, un día se dio cuenta de que algo estaba mal. El río que pasaba cerca de su casa estaba sucio, lleno de basura.
- ¡Esto no puede seguir así! - exclamó Luz a sus amigos, el Gato Rami y la ardillita Titi. - El río necesita nuestra ayuda.
Rami, mientras jugueteaba con una hoja, contestó:
- Pero, Luz, si la gente ensucia el río, no hay nada que podamos hacer.
Titi saltó emocionada y dijo:
- ¡No! Podemos hacer algo. ¡Se me ocurre organizar una limpieza!
Luz sonrió, muy animada por la idea. - ¡Sí! Un gran día de limpieza en el río y podemos invitar a todos los chicos del pueblo. Pero necesitamos crear un cartel bonito.
Los tres amigos se pusieron manos a la obra. Juntaron colores, papeles reciclados y pintaron un gran cartel que decía: "¡Cuidemos nuestro río! Vení a limpiar el sábado a las 10 am en la plaza!". Se los pusieron en todos lados y los mostraban a todos los que pasaban.
El sábado llegó y, contrairement a lo que esperaban, solo aparecieron sus dos amigos, la tortuga Toto y el perro Max.
- ¡No se desanimen! - dijo Luz. - Ya somos cuatro, ¡es mejor que nada!
Comenzaron a trabajar con entusiasmo, recogiendo bolsas de basura y llenando baldes de plástico. Cuando sus amigos pasaban y veían lo que hacían, se detuvieron a mirar.
- ¿Qué están haciendo? - preguntó un niño.
- Estamos limpiando el río - respondió Titi, con una sonrisa. - Cuando lo dejamos limpio, los peces pueden nadar y el agua se ve hermosa.
Los chicos se sintieron intrigados. Uno de ellos, Facu, se unió, y pronto más niños comenzaron a acercarse, curiosos.
- ¡Nosotros queremos ayudar también! - gritaron, y así, más y más amigos se sumaron a la limpieza.
Juntos, llenaron montones de bolsas de basura y dejaron el río brillante. Cuando terminaron, todos se sentaron a descansar.
- Bueno, ¿ahora qué? - preguntó Max.
- Hemos hecho algo increíble, pero debemos hacer que esto continúe - propuso Luz. - Podemos hacer una reunión para hablar sobre cómo cuidar el medio ambiente.
Los chicos estuvieron de acuerdo. Así fue como Luz y sus amigos organizaron la primera reunión del club "Guardianes de la Naturaleza". Hicieron pancartas, hablaron sobre la importancia de reciclar y plantar árboles. Con el tiempo, todos en Verdejito aprendieron a cuidar su hogar y a proteger el medio ambiente.
Luz estaba feliz. No solo cuidaron el río, ¡sino que también inspiraron a su comunidad! Y desde ese día, cada sábado, Verdejito brilló un poco más, gracias a la determinación de una niña y sus amigos. El bosque de los sueños, donde todo era mágico, se hizo un poco más real, porque cada pequeño esfuerzo contaba.
FIN.