Luz y la Aventura del Mundo Verde



Era un día soleado en el pequeño barrio de Rincón Verde, donde vivía Luz, una niña de diez años con una energía desbordante. Sin embargo, había algo que ocupaba más tiempo de su día que jugar al aire libre o hacer manualidades: su celular. Luz pasaba horas jugando un juego de aventuras en el que debía rescatar a animales y superar desafiantes niveles. A pesar de lo divertido que parecía, empezaba a sentir frustración cada vez que perdía un nivel, especialmente en uno que había intentado superar más de diez veces.

Un día, mientras estaba concentrada en su juego, su mejor amiga, Carla, la llamó desde la puerta de su casa.

"¡Luz! ¡Ven a jugar afuera! ¡Hoy hay fiesta en el parque!"

Pero Luz ni la miró.

"¡Espera un segundo, que estoy a punto de superar este nivel!"

Carla suspiró y se fue. Luz siguió jugando, sintiendo la adrenalina y la frustración, hasta que, después de una acumulación de fracasos, comenzó a llorar.

"¡No puede ser! ¡Nunca voy a poder superar este juego!"

El celular se le resbaló de las manos y cayó al suelo.

En ese momento, una luz brillante apareció delante de ella. Sorprendida, Luz vio que se trataba de un pequeño ser mágico con alas, llamado Brilly.

"Hola, Luz. No te preocupes. A veces, lo que más necesitamos no es ganar, sino aprender de nuestras experiencias. ¿Te gustaría vivir una aventura?"

Luz, con la cara empapada de lágrimas, asintió.

Brilly extendió sus alas y, de repente, se encontró en un mundo lleno de colores y formas divertidas.

"Bienvenida al Mundo Verde! Aquí, cada juego que intentas es diferente y siempre hay algo nuevo para aprender. ¿Ves aquel árbol gigantesco? ¡Vamos a escalarlo!"

Con un brillo de esperanza en sus ojos, Luz siguió a Brilly. Al escalar, se dio cuenta de que había partes difíciles, pero también otras mucho más fáciles.

"Este árbol es complicado, pero si intentamos por otro lado, puede ser más sencillo"

Dijo Brilly.

"¡Tenés razón!"

Mientras escalaban, Luz comenzaba a sentirse más confiada. Cada vez que encontraban un obstáculo, Brilly le sugería una nueva estrategia.

"A veces, perder en un juego es el primer paso para encontrar una solución mejor. Lo importante es no rendirse y seguir intentando"

Esto resonaba en el corazón de Luz.

Después de mucha diversión y aprendizaje, finalmente alcanzaron la cima. Desde allí, Luz vio el hermoso paisaje de colores brillantes, árboles frutales y un lago que brillaba como un espejo.

"¡Es increíble!"

"Este es el premio a tu perseverancia. Aquí, cada vez que fallas, tienes la oportunidad de intentarlo de nuevo. Recuerda, sumando aprendizaje a tus experiencias, siempre serás una ganadora"

Cuando Luz despertó de la aventura, encontró su celular a su lado. Pero algo había cambiado dentro de ella. Se levantó, se puso sus zapatillas de juego y salió al parque.

Al llegar, encontró a Carla jugando con otros amigos.

"¡Hola, Luz! Te estaba buscando. ¿Te gustaría jugar al fútbol?"

"¡Sí! Y si no lo hacemos bien, ¡intentémoslo otra vez!"

"¡Eso es lo que hace el deporte más divertido!"

Así fue como Luz transformó su percepción del juego. Más adelante, cada vez que comenzaba a sentir frustración al jugar, recordaba su aventura en el Mundo Verde. Les enseñó a sus amigos la importancia de intentar, divertirse y aprender a cada instante. Y aunque el celular seguía brillando en su habitación, cada vez era menos el tiempo que pasaba en él. Mientras que afuera, los juegos con amigos llenaban su vida de alegría.

Y así, Luz comprendió que el verdadero juego, el más importante de todos, era la vida misma.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!