Maitena y su mágico rescate
Había una vez una niña llamada Maitena, que era muy loca y malpensada. Siempre veía cosas donde no las había y se imaginaba situaciones extrañas en su cabeza.
Pero a pesar de todo eso, Maitena era una niña muy inteligente y creativa. Un día, mientras caminaba por el parque con su mejor amiga, Sofía, Maitena vio un perro callejero que parecía perdido.
Inmediatamente, su mente empezó a divagar y pensó que el perro podía ser un espía disfrazado. "Sofi, ¿no crees que ese perro se ve sospechoso? ¡Seguro está espiando a alguien!", dijo Maitena emocionada. Sofía miró al perro y luego a Maitena con una sonrisa paciente. "Maitena, no seas tan malpensada.
Ese pobre perro solo necesita ayuda", respondió Sofía tratando de tranquilizarla. Pero la imaginación de Maitena estaba desbordada y ya tenía planeado cómo atrapar al supuesto espía canino. Decidió seguirlo sigilosamente hasta descubrir sus intenciones.
Sin embargo, mientras seguían al perro por el parque, algo inesperado ocurrió. El animalito entró corriendo a un arbusto y sacó algo con la boca: ¡era un cachorro aún más pequeño! Maitena quedó sorprendida ante esa escena tan tierna.
La idea del "espía" desapareció por completo de su mente y en cambio sintió mucho cariño hacia esos dos perritos indefensos. "¡Oh! Sofi, mira qué lindos son. No puedo creer que haya pensado algo tan loco sobre ellos", dijo Maitena con una sonrisa avergonzada.
Sofía también se emocionó al ver a los cachorritos y supo en ese momento que debían ayudarlos. Juntas buscaron un refugio para animales cercano y llevaron a los perritos allí.
A partir de ese día, Maitena aprendió una gran lección: no siempre las cosas son como parecen. A veces, nuestra imaginación nos juega malas pasadas y nos hace pensar cosas que no son ciertas. Desde entonces, Maitena dejó de ser tan malpensada y loca.
En su lugar, canalizó su creatividad en actividades más positivas como la pintura y la escritura. Descubrió que podía crear historias maravillosas sin necesidad de imaginar cosas raras en el mundo real.
Y así fue como Maitena se convirtió en una niña inspiradora para todos los demás niños del barrio. Con sus cuentos e ilustraciones, enseñaba a los demás a usar su imaginación de forma constructiva y a no dejarse llevar por pensamientos negativos o absurdos.
Finalmente, Maitena comprendió que cada uno tiene el poder de elegir cómo utilizar su mente y enfocar su energía. Y ella eligió hacerlo de manera positiva, inspirando a otros con sus ideas creativas.
Y colorín colorado, esta historia ha terminado pero la enseñanza de Maitena seguirá viva en nuestros corazones para siempre.
FIN.