Male y Kitty, los superamigos
Un día, mientras Male y Kitty paseaban por el parque, escucharon un grito de ayuda. Corrieron hacia donde provenía el sonido y encontraron a un niño llorando porque había perdido su pelota en un árbol muy alto.
"¡No te preocupes!", dijo Male con una sonrisa en su rostro. "Kitty y yo lo resolveremos". Así que Kitty trepó al árbol para recuperar la pelota del niño.
Pero cuando estaba a punto de alcanzarla, se resbaló y cayó al suelo. "¡Kitty! ¿Estás bien?", preguntó Male preocupada. "Sí, solo me lastimé una pata", respondió Kitty con dolor. Male sabía que tenía que hacer algo para ayudar a su amiga gatuna.
Recordó que cerca del parque vivía una anciana muy sabia que podía curar cualquier herida. Corrieron hacia la casa de la anciana y le contaron lo ocurrido. La anciana les dio una pomada mágica para curar la pata de Kitty.
"Gracias, abuela", dijo Male emocionada mientras abrazaba a Kitty. De repente, escucharon otro grito de ayuda. Esta vez era un perro atrapado en el río cercano.
Sin pensarlo dos veces, Male saltó al agua para salvarlo mientras Kitty corría hacia el puente más cercano para ayudarla desde allí. Finalmente lograron sacar al perro del agua y llevarlo a salvo hasta sus dueños. La gente los aplaudía emocionados por su valentía y coraje.
Desde ese día en adelante, Male y Kitty se convirtieron en los superhéroes favoritos de la ciudad. Aprendieron que trabajar juntos y ayudar a los demás es lo que realmente importa en la vida. "-¡Gracias por todo, Male! ¡Eres una verdadera heroína!", dijo Kitty mientras le daba un abrazo.
"-No lo habría logrado sin ti, amiga", respondió Male sonriendo. Juntos se fueron caminando hacia el atardecer, listos para enfrentar cualquier desafío que les esperara en su próxima aventura.
FIN.