Malena y los Sueños Mágicos


Había una vez una niña llamada Malena, a quien le encantaba jugar y explorar el mundo.

Pero había algo que no le gustaba hacer: ¡dormir! Cada noche, cuando llegaba la hora de irse a la cama, Malena se resistía y buscaba cualquier excusa para evitar cerrar los ojos. Su mamá, preocupada por su falta de descanso, decidió ayudarla. Un día, después de cenar, se sentaron juntas en el sofá y comenzaron a hablar.

"Mamá, no quiero dormir", dijo Malena con un puchero en el rostro. "Entiendo que quieras seguir jugando y divirtiéndote", respondió su mamá. "Pero es importante descansar para tener energía al día siguiente". Malena frunció el ceño y cruzó los brazos.

"Pero mamá, me pierdo muchas cosas emocionantes si duermo". Su mamá sonrió dulcemente. "Malena, hay tantas cosas increíbles que puedes disfrutar mientras duermes". La curiosidad se dibujó en el rostro de Malena.

"¿En serio? ¿Qué puedo hacer mientras duermo?""Mientras duermes", explicó su mamá, "puedes soñar con aventuras mágicas en lugares maravillosos. Puedes volar como un pájaro o nadar como un pez en el océano". Los ojos de Malena se iluminaron con emoción.

"-¡Eso suena genial! Quiero volar como un pájaro y nadar como un pez. "Su mamá asintió. "-Exactamente". Además -añadió-, mientras duermes, tu cuerpo se recupera y crece. Tu cerebro también descansa y se prepara para aprender cosas nuevas al día siguiente".

Malena reflexionó sobre las palabras de su mamá. "-Entonces, si me duermo, podré tener aventuras emocionantes y estar lista para jugar más". Su mamá asintió con una sonrisa. "-Exactamente, cariño".

A partir de esa conversación, Malena comenzó a ver el dormir como algo emocionante en lugar de aburrido. Cada noche, antes de irse a la cama, imaginaba todas las aventuras mágicas que tendría en sus sueños.

Una noche, después de cepillarse los dientes y ponerse su pijama favorita con estampado de estrellas brillantes, Malena saltó a la cama con entusiasmo. "Mamá", dijo mientras se acurrucaba bajo las sábanas, "estoy lista para tener aventuras increíbles en mis sueños". Su mamá le dio un beso en la frente.

"-Buenas noches, Malena. Que tengas dulces sueños". Malena cerró los ojos con una sonrisa en el rostro y dejó que su imaginación volara libremente. Pronto se encontró volando por el cielo azul como un pájaro majestuoso.

Luego nadando entre corales coloridos como un pez curioso. Cuando despertó al día siguiente, estaba llena de energía y emoción por lo que le esperaba.

Había tenido tantas aventuras maravillosas en sus sueños que no podía esperar para contarle todo a su mamá. Desde ese día, Malena no se resistió más a irse a dormir. Aprendió que el sueño era algo mágico y emocionante, lleno de posibilidades infinitas.

Y así, Malena descubrió que dormir no solo era importante para su salud y crecimiento, sino también una oportunidad para vivir aventuras extraordinarias en su imaginación.

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