Mamá Cerdita con sus Cinco Cerditos Traviesos
Érase una vez, en una granja colorida, Mamá Cerdita y sus cinco cerditos traviesos: Pepito, Lulú, Tico, Pipo y Mili. Un día, Mamá Cerdita los llamó:
"¡Cerditos traviesos! Hoy vamos a contar cosas. ¿Listos?"
Los cerditos respondieron emocionados:
"¡Sí, mamá! ¡Queremos contar!"
Mamá Cerdita los llevó al campo. Primero encontraron un hermoso árbol con tres ramos.
"¡Contemos los ramos!" dijo Mili.
"Uno, dos, ¡tres!" gritaron juntos.
Luego, vieron dos patos nadando en el estanque.
"¡Contemos los patos!" propuso Tico.
"¡Uno, dos!" dijeron los cerditos.
Continuaron su paseo y encontraron cuatro flores brillantes.
"¡Contemos las flores!" dijo Lulú.
"¡Uno, dos, tres, cuatro!" dijeron.
Pero mientras contaban, Tico comenzó a perseguir a una mariposa.
"¡Miren! ¡Una mariposa!" gritó. Y los demás lo siguieron.
De pronto, se dieron cuenta de que habían perdido de vista a Mamá Cerdita.
"¿Dónde está mamá?" preguntó Pepito, asustado.
"No lo sé, ¡tenemos que encontrarla!" dijo Mili.
Así que, volvieron corriendo y al llegar, encontraron a Mamá Cerdita sonriendo.
"¿Contaron bien?" preguntó.
"Sí, ¡pero nos perdimos!" respondieron los cerditos.
Mamá Cerdita abrazó a sus cerditos.
"Siempre es mejor estar juntos. Recordemos: ¡contar es divertido, pero siempre debemos cuidar a la familia!".
Y así, volvieron a casa, contentos y unidos, aprendiendo que la familia es lo más importante.
Moraleja: La diversión se multiplica cuando estamos juntos y cuidamos de nuestra familia.
FIN.