Mamá en la multitud
Era un día soleado y emocionante. Mamá y yo estábamos listos para ir al cine a ver la nueva película de dibujos animados que tanto nos gustaba.
Yo llevaba puesta mi camiseta favorita de superhéroes y mamá me agarraba fuerte de la mano mientras caminábamos hacia el cine. Al llegar, el lugar estaba lleno de gente esperando para comprar las entradas.
Mamá me dijo que me quedara cerca de ella, pero entre tanta multitud, me distraje mirando los carteles de colores y sin darme cuenta solté su mano. - Mamá, ¿puedo tener pochoclo? - le pregunté emocionado. Pero cuando me di vuelta, mamá ya no estaba a mi lado.
Entré en pánico y comencé a buscarla entre la gente, pero no lograba encontrarla por ningún lado. De repente vi a una señora con un abrigo parecido al de mamá y pensé que era ella. - Mamá, ¡te encontré! - exclamé corriendo hacia la señora.
La señora se sorprendió al verme y me miró confundida. Pero yo, emocionado por haber encontrado a mi mamá, tomé su mano sin dudarlo. - Vamos a comprar pochoclo antes de entrar - le dije con una sonrisa.
La señora se agachó frente a mí y con ternura me preguntó:- ¿Dónde está tu mamá? Yo fruncí el ceño sin entender bien lo que pasaba.
La señora entonces supo enseguida lo que había ocurrido y decidió ayudarme a buscar a mamá por todo el cine. Caminamos juntos por los pasillos repletos de gente hasta que finalmente dimos con ella en la fila para comprar las entradas.
Mamá se dio vuelta justo en ese momento y sus ojos se iluminaron al verme junto a la amable señora. - ¡Mi amor! ¡Gracias por encontrarlo! - exclamó mamá abrazándome con fuerza. La señora le contó lo sucedido mientras yo asentía con la cabeza avergonzado por haberme perdido.
Mamá le dio las gracias efusivamente a la mujer que había sido tan amable conmigo. Desde ese día aprendí lo importante que es mantenernos siempre cerca de quienes nos cuidan en lugares públicos y nunca más solté la mano de mamá sin su permiso.
Y aunque aquella vez fue un susto momentáneo, siempre recordaré con cariño cómo una extraña se convirtió en mi heroína por un instante en medio del bullicio del cine.
FIN.