Mamá Gallina y sus Pollitos Valientes


Había una vez en un tranquilo campo, un grupo de pollitos traviesos que jugaban y correteaban mientras mamá gallina los cuidaba con amor.

Un día soleado, los pollitos decidieron aventurarse un poco más lejos de lo habitual para explorar y encontraron un delicioso trigo para picotear. Entre risas y alboroto, los pequeños se alejaron sin darse cuenta de que el viejo zorro acechaba cerca, hambriento y listo para atraparlos.

Con sigilo, el zorro se acercó a los indefensos pollitos, relamiéndose los bigotes ante la idea de un festín seguro. Justo cuando el astuto zorro estaba a punto de dar su salto fatal, mamá gallina apareció con paso decidido sosteniendo una escoba en sus alas.

Con valentía y determinación, la gallina golpeó al zorro en el hocico antes de que pudiera siquiera tocar a sus preciados polluelos. El zorro, sorprendido por la rápida reacción de mamá gallina, retrocedió tambaleándose y con dolor.

"-¡No te atrevas a tocar a mis hijos! ¡Vete antes de que te arrepientas!", cacareó la gallina con firmeza mientras agitaba su escoba amenazadoramente. El zorro, sintiéndose derrotado y adolorido por el golpe recibido, decidió retirarse con la cola entre las piernas.

Aprendió esa tarde que no siempre se puede conseguir lo que uno quiere a costa del daño a otros seres vivos.

Los pollitos miraban asombrados a su valiente madre mientras ella les explicaba la importancia de estar alerta y unidos frente a posibles peligros. Les recordó que juntos eran más fuertes y capaces de superar cualquier desafío si permanecían unidos como familia.

Desde ese día en adelante, los pollitos aprendieron valiosas lecciones sobre el trabajo en equipo, el valor de protegerse mutuamente y cómo el amor maternal podía vencer incluso a las mayores amenazas.

Y así, entre cantos felices y abrazos reconfortantes, aquella familia emplumada siguió disfrutando sus días en paz y armonía en aquel hermoso rincón del campo argentino.

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