Manchas de amor


Vivian era una niña alegre y llena de vida. Tenía un corazón bondadoso y siempre trataba de hacer sentir bien a los demás.

Sin embargo, había algo que la hacía sentir diferente: tenía vitiligo, una condición en la piel que le causaba manchas blancas. Un día, mientras Vivian se preparaba para ir al colegio, decidió usar maquillaje para cubrir las manchas de su rostro.

Pensó que así nadie notaría su diferencia y podría ser aceptada por sus compañeros. Al llegar al colegio, todos se sorprendieron al verla maquillada. Los comentarios comenzaron a surgir:"¿Por qué te maquillas si no se puede venir así al colegio?" - preguntó Laura.

"Es obvio que lo haces para ocultar tus manchas", dijo Pedro con burla. Vivian sintió cómo el corazón le latía rápido y un nudo se formaba en su garganta. No sabía cómo responder ante aquellos comentarios hirientes.

En ese momento, apareció Martina, una niña nueva en el colegio. Martina también tenía algo especial: llevaba consigo un libro mágico lleno de historias inspiradoras sobre personas con diferencias.

Martina se acercó a Vivian y le preguntó amablemente: "¿Por qué usas maquillaje?"Vivian bajó la cabeza avergonzada y respondió tímidamente: "Lo uso porque no quiero que me vean diferente. "Martina sonrió comprensivamente y sacó su libro mágico del bolsillo trasero de su mochila. "Te contaré una historia muy especial", dijo Martina mientras abría el libro.

"Había una vez una princesa que tenía manchas de colores en su rostro. Al principio, se sentía triste y avergonzada, pero luego descubrió que esas manchas la hacían única y especial.

Aprendió a amarse tal como era y a no preocuparse por lo que los demás pensaran de ella. "Vivian levantó la mirada intrigada y preguntó: "¿Y qué pasó con la princesa?"Martina continuó: "La princesa decidió compartir su historia con todos aquellos que también se sentían diferentes.

Les enseñó a aceptarse a sí mismos y a abrazar sus diferencias. Con el tiempo, las personas dejaron de ver esas manchas como algo extraño, y comenzaron a admirarlas.

"Vivian reflexionó sobre aquella historia mientras observaba su reflejo en un espejo cercano. "Quizás deba aprender a amarme tal como soy", pensó Vivian para sí misma. Al día siguiente, Vivian llegó al colegio sin maquillaje. Sus compañeros se sorprendieron al verla así, pero esta vez nadie hizo comentarios negativos.

Laura se acercó tímidamente a Vivian y le dijo: "Perdón si te ofendí ayer con mi pregunta sobre el maquillaje. "Vivian sonrió sinceramente y respondió: "No hay problema. Gracias por disculparte.

"A partir de ese día, Vivian decidió contarles su historia a sus compañeros durante una clase de valores del colegio. Explicó cómo había aprendido a aceptarse tal como era y cómo eso le había dado confianza para enfrentar cualquier situación.

Sus compañeros escucharon con atención y comenzaron a comprender que no hay nada malo en ser diferente. Aprendieron a valorar las peculiaridades de cada persona y a tratar a los demás con respeto.

Vivian se convirtió en una inspiración para todos, demostrándoles que la verdadera belleza radica en la aceptación de uno mismo y el amor hacia los demás, sin importar las diferencias físicas. A partir de ese día, Vivian y sus compañeros formaron un equipo para promover la inclusión y el respeto en su colegio.

Juntos, lograron crear un ambiente donde todos se sentían aceptados y valorados por quienes eran. Y así, Vivian dejó de usar maquillaje para ocultar sus manchas. En cambio, las lucía orgullosa como un símbolo de su autenticidad.

Su historia se convirtió en ejemplo no solo para sus compañeros, sino también para personas alrededor del mundo que necesitaban aprender a amarse tal como eran. Y colorín colorado... esta historia llena de aceptación y valentía ha terminado.

Dirección del Cuentito copiada!