Manu y el cuidado de sus amigos animales


Había una vez un niño llamado Manu, a quien le encantaba pasar sus días en el campo jugando con su caballo y su potrillo. Un día, mientras corrían por los prados verdes, Manu notó que su caballo estaba cojeando.

"¿Qué pasa? ¿Te duele algo?"- preguntó Manu preocupado. El caballo respondió con un relincho triste y doloroso. El potrillo miraba la escena sin entender lo que pasaba.

"No te preocupes amigo mío, buscaré una solución para tu dolor"- dijo Manu decidido. Manu sabía que tenía que hacer algo para ayudar a su fiel amigo. Pensó y pensó hasta que se dio cuenta de que había un veterinario en la ciudad cercana.

Sin perder más tiempo, montó al potrillo y partió hacia la ciudad. Al llegar allí, encontraron al veterinario ocupado atendiendo otros animales heridos. Pero Manu no se rindió y esperó pacientemente hasta que el veterinario pudo atenderlos.

"Mi amigo está cojeando muy mal ¿Puedes ayudarlo?"- preguntó Manu angustiado. El veterinario examinó al caballo detenidamente y descubrió una astilla clavada en una de sus patas traseras.

"No te preocupes pequeño, esto es fácil de arreglar"- dijo el veterinario mientras extraía la astilla del pie del caballo. Después de unos minutos, el caballo pudo caminar nuevamente sin dolor gracias a la ayuda del veterinario.

-Manu estaba muy feliz pero también aprendió una importante lección: siempre debemos cuidar bien a nuestros amigos animales y ayudarlos cuando lo necesiten. A partir de ese día, Manu se aseguró de revisar las patas de su caballo y del potrillo antes de salir a jugar.

Y cada vez que veía a algún animal en problemas, se acercaba para ayudarlo. Gracias a esta experiencia, Manu aprendió la importancia de ser amable y cuidadoso con los demás seres vivos. Y así, sus aventuras en el campo junto al caballo y el potrillo continuaron siendo divertidas e inolvidables.

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