Manuel, el niño curioso y responsable
Había una vez un niño llamado Manuel que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Manuel era un niño inteligente y curioso, pero tenía un pequeño problema: siempre se olvidaba de hacer sus deberes.
Un día, la maestra de Manuel, la señorita Laura, decidió hablar con él sobre su falta de responsabilidad. Lo llamó después de clases y le dijo:- Manuel, sé que eres muy inteligente y capaz, pero no puedes seguir olvidándote de hacer tus deberes.
Es importante que los hagas para aprender y crecer como estudiante. Manuel miró a la señorita Laura con tristeza en sus ojos y respondió:- Pero señorita Laura, yo también tengo derechos.
No es justo que me pidan hacer deberes todo el tiempo. La señorita Laura quedó sorprendida por la respuesta de Manuel. Nunca antes había escuchado a un niño exigir sus derechos cuando se trataba de cumplir con sus deberes escolares.
- Manuel -dijo la señorita Laura-, entiendo que quieras disfrutar tu tiempo libre, pero también es importante ser responsable. Los deberes nos ayudan a repasar lo aprendido en clase y fortalecer nuestras habilidades. Manuel reflexionó sobre las palabras de su maestra durante toda esa noche.
Al día siguiente, llegó temprano a la escuela con una gran sonrisa en su rostro y una determinación renovada. - Señorita Laura -dijo Manuel-, he pensado mucho sobre lo que me dijiste ayer.
Creo que tienes razón y voy a comprometerme a hacer mis deberes todos los días. La señorita Laura se alegró al escuchar las palabras de Manuel y le dio un abrazo cariñoso. - ¡Eso es fantástico, Manuel! Estoy orgullosa de ti.
Verás cómo hacer tus deberes te ayudará a aprender y crecer como estudiante. Desde ese día, Manuel se convirtió en un ejemplo para sus compañeros. Comenzó a hacer sus deberes con entusiasmo y dedicación.
Descubrió que, al hacerlo, no solo mejoraba su rendimiento académico, sino que también se sentía más seguro de sí mismo. Un año después, el pueblo organizó una competencia de conocimientos entre todas las escuelas cercanas.
La señorita Laura eligió a Manuel como representante de su clase debido a su esfuerzo y dedicación. Manuel estaba emocionado pero también nervioso por la competencia. Sabía que tenía que estudiar mucho para poder responder correctamente todas las preguntas.
La competencia llegó y Manuel demostró todo lo que había aprendido durante ese año. Respondió cada pregunta con confianza y precisión. Al final del evento, la escuela de Manuel ganó el primer lugar gracias a su desempeño excepcional.
Todos los habitantes del pueblo estaban orgullosos de ellos y felicitaron a Manuel por su logro. Incluso recibieron una medalla especial por su destacada participación en la competencia. Desde aquel día, Manuel entendió la importancia de cumplir con sus deberes escolares.
Se dio cuenta de que exigir sus derechos sin cumplir con sus responsabilidades no era justo ni beneficioso para él ni para los demás. A partir de entonces, siempre hizo sus deberes a tiempo y se convirtió en un alumno ejemplar.
Manuel aprendió que, al exigir sus derechos, también debía cumplir con sus deberes, y eso lo ayudó a crecer como persona y alcanzar el éxito en todo lo que se proponía.
FIN.