Marco y su gran aventura de autonomía


Había una vez un niño llamado Marco, quien siempre prefería que sus papás hicieran todo por él. Desde levantarse por las mañanas hasta vestirse y preparar su desayuno, Marco siempre buscaba la ayuda de sus padres.

Un día, mientras jugaban en el parque, Marco vio a otros niños balanceándose en los columpios y subiendo por los toboganes sin la ayuda de sus padres. Se sintió un poco triste porque él no podía hacer esas cosas solo.

"Papá, ¿por qué los demás niños pueden jugar solos y yo siempre necesito tu ayuda?", preguntó Marco con curiosidad.

Su padre le sonrió y le respondió: "Marco, todos los niños aprenden a hacer las cosas por sí mismos a su propio ritmo. Si quieres ser independiente como ellos, debes intentarlo". Marco se quedó pensando en lo que su papá le había dicho.

Decidió que era hora de dejar de depender tanto de sus padres y comenzar a hacer las cosas por sí mismo. Al día siguiente, cuando llegó la hora de despertarse para ir al colegio, Marco decidió levantarse solo sin llamar a mamá o papá.

Después del primer intento fallido donde se tropezó con sus propios pies al salir de la cama, Marco finalmente logró ponerse los pantalones correctamente. Estaba muy orgulloso de sí mismo y corrió hacia la cocina para preparar su desayuno favorito: pan tostado con mermelada.

Aunque al principio fue difícil untar la mermelada sin ensuciarse las manos, poco a poco fue mejorando su técnica hasta lograrlo perfectamente. Sonrió al ver su desayuno listo y se sintió muy feliz de haberlo hecho por sí mismo.

Cuando llegó el momento de ir al colegio, Marco decidió caminar solo en lugar de que sus padres lo llevaran en auto. Aunque sentía un poco de miedo al principio, pronto se dio cuenta de que podía manejarlo.

Durante ese día en el colegio, Marco se sorprendió a sí mismo cuando pudo resolver problemas matemáticos sin la ayuda del profesor. Sus compañeros también lo felicitaron por su independencia y eso hizo que se sintiera aún más motivado.

Al regresar a casa, Marco estaba tan emocionado por todo lo que había logrado ese día que no podía esperar para contarles a sus papás. Les mostró cómo se levantaba solo, cómo preparaba su desayuno y cómo resolvía problemas matemáticos sin ayuda.

Sus papás estaban asombrados y muy orgullosos de él. Le dijeron que habían notado un cambio positivo en él desde que empezó a hacer las cosas por sí mismo. Además, les alegraba tener más tiempo para disfrutar juntos como familia.

Desde ese día, Marco continuó esforzándose por ser cada vez más independiente. Descubrió que hacer las cosas por sí mismo era gratificante y le permitía tener más tiempo para compartir con sus papás haciendo otras actividades divertidas juntos.

Y así fue como Marco aprendió la importancia de ser independiente y descubrió lo maravilloso que es hacer las cosas por sí mismo mientras disfruta del amor y apoyo incondicional de sus papás.

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