Marcos y el Arcoíris de la Naturaleza
Había una vez un pequeño y curioso ser llamado Marcos, que era una mezcla de mariposa, león, abeja, perro y arcoíris. Era tan especial que incluso su pelaje brillaba con los colores del sol.
Pero lo más interesante de todo era su gran vocación por descubrir el mundo y ayudar a los demás. Un día soleado, mientras volaba entre las flores del jardín, Marcos se encontró con un grupo de animales que estaban tristes y desanimados.
Eran unos pajaritos que habían perdido sus nidos en una tormenta. Sin pensarlo dos veces, Marcos decidió ayudarlos.
Se acercó a ellos con su dulce voz de mariposa y les dijo: "¡No se preocupen! Yo puedo construirles nuevos nidos para que puedan estar seguros". Los pajaritos se miraron sorprendidos pero emocionados ante la ayuda inesperada. Marcos buscó ramitas y hojas secas para construir los nidos. Con la destreza de un león colocaba cada pedacito en su lugar correcto.
Las abejas zumbaban alegremente alrededor de él, colaborando con el pegamento natural de sus alas para asegurar cada detalle. Mientras trabajaba en los nidos, Marcos escuchó un llanto cerca del río.
Se dio cuenta de que era un cachorrito abandonado que buscaba desesperadamente a alguien que lo cuidara. Sin dudarlo ni un segundo, Marcos dejó todo lo que estaba haciendo y corrió hacia él. "¿Qué te pasa? ¿Por qué estás tan triste?" -preguntó Marcos preocupado.
El cachorrito sollozó y respondió: "Perdí a mi familia y no tengo a nadie que me cuide". Marcos sabía que tenía que ayudar al cachorrito, así que decidió adoptarlo como su hermanito.
Juntos construyeron una casita acogedora en el jardín y compartieron momentos de alegría y aventuras. Un día, mientras jugaban en el campo, Marcos vio a lo lejos un arcoíris brillante. Sintió una conexión especial con él y supo en su corazón que debía seguir ese camino.
"Hermanito, tengo una misión muy importante. Debo seguir ese arcoíris para encontrar la verdadera vocación de mi vida", dijo Marcos emocionado. El cachorrito comprendió la importancia de esa búsqueda y animó a Marcos a seguir sus sueños.
Con lágrimas en los ojos pero con mucha esperanza, se despidieron prometiéndose apoyarse mutuamente siempre. Marcos siguió el arcoíris durante días y noches sin descanso.
Atravesó montañas, ríos y bosques encantados hasta llegar a un lugar mágico donde todos los animales vivían en paz y felicidad. Allí encontró su verdadera vocación: ser el guardián del equilibrio natural del mundo.
Se convirtió en un mensajero entre los animales y las personas, enseñando sobre la importancia de cuidar la naturaleza y respetar todas las formas de vida. Desde entonces, Marcos viaja por todo el mundo llevando mensajes de amor, amistad y respeto hacia nuestro planeta.
Su pelaje brilla más fuerte que nunca cuando comparte su historia con los niños y niñas, inspirándolos a descubrir sus propias vocaciones y ser guardianes del mundo que los rodea. Y así, Marcos, la mariposa león aveja perro arcoíris sol, encontró su verdadero propósito en la vida y vivió feliz para siempre.
FIN.