Marcos y el monstruo del bosque

Había una vez un pequeño niño llamado Marcos, quien siempre había sido muy valiente. Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con un monstruo enorme y animal.

El monstruo tenía unos ojos rojos brillantes y unas garras afiladas como cuchillos. Pero en lugar de salir corriendo, Marcos decidió enfrentarse al monstruo. "¿Qué haces aquí?" preguntó el monstruo gruñendo. "Estoy caminando por el bosque", respondió Marcos sin temblarle la voz. "Este es mi territorio.

Deberías irte antes de que te haga daño", advirtió el monstruo. Pero Marcos no estaba dispuesto a dejar que el miedo lo controlara. Decidió luchar contra el monstruo para protegerse a sí mismo y a los demás del bosque.

Los dos comenzaron a pelear con todas sus fuerzas. El monstruo lanzaba golpes poderosos mientras que Marcos esquivaba cada uno de ellos y respondía con movimientos rápidos y precisos.

La batalla duró horas hasta que finalmente, después de un último golpe certero, Marcos logró derrotar al monstruo. "¡Lo logré!" exclamó triunfante levantando sus brazos en señal de victoria.

De repente apareció una hada mágica entre las ramas del árbol cercano aplaudiendo su hazaña:"¡Bravo! ¡Has demostrado ser muy valiente! Como recompensa por tu bravura te otorgo esta copa mágica. "Marcos recibió la copa con mucha emoción y alegría en su corazón.

A partir de ese día, se convirtió en un héroe del bosque y todos los animales lo saludaban con cariño. Pero Marcos sabía que la verdadera recompensa era el valor y la determinación que había encontrado dentro de sí mismo.

Sabía que siempre podría enfrentar sus miedos y seguir adelante, sin importar cuán grande fuera el desafío. Desde entonces, Marcos se convirtió en un gran defensor de la naturaleza y cada vez que alguien necesitaba ayuda o protección, él estaba allí para apoyarlos. Y así vivió feliz por siempre jamás.