Margarita y el lago limpio



Había una vez en un lejano bosque, una mariposa llamada Margarita que vivía en un lago rodeado de árboles frondosos y flores multicolores.

Sin embargo, el lago que solía ser cristalino y brillante se había vuelto sucio y contaminado por la basura que los humanos arrojaban descuidadamente. Margarita, con sus alas delicadas y su cuerpo lleno de colores vibrantes, lloraba amargamente al ver cómo su hogar se estaba convirtiendo en un lugar triste y desolado.

Volaba de flor en flor buscando ayuda, pero todas las demás criaturas del bosque estaban ocupadas tratando de sobrevivir en medio de tanta contaminación. Un día, mientras volaba sobre el lago lamentándose por la situación, escuchó una voz ronca proveniente del agua turbia.

Era Roco, una rana sabia que vivía en el fondo del lago y que había visto crecer a Margarita desde que era una pequeña oruga.

"¿Qué te pasa, querida Margarita? Veo tus lágrimas reflejadas en el agua sucia", dijo Roco con preocupación. Margarita explicó entre sollozos cómo extrañaba la limpieza y la pureza del lago donde solía revolotear felizmente. Roco la escuchó atentamente y luego le dijo con determinación:"No puedes rendirte así nomás, Margarita.

Aunque parezca difícil, siempre hay algo que podemos hacer para cambiar las cosas. "Inspirada por las palabras de su amiga rana, Margarita decidió tomar cartas en el asunto. Juntas idearon un plan para limpiar el lago y devolverle su esplendor perdido.

Día tras día, Margarita recorría incansablemente el bosque buscando a otros animales dispuestos a ayudar en la tarea.

Poco a poco se fueron sumando distintas criaturas: pájaros que recogían papeles con sus picos afilados, ardillas que sacaban plásticos con sus patitas ágiles e incluso insectos diminutos que trabajaban sin descanso. La noticia sobre la cruzada de Margarita se extendió rápidamente por todo el bosque y pronto contaron con la ayuda de todos los habitantes para limpiar el lago contaminado.

La solidaridad y el trabajo en equipo lograron transformar lo que parecía imposible en una realidad palpable.

Finalmente, después de semanas de arduo trabajo y dedicación, el lago recuperó su brillo original gracias al esfuerzo conjunto de todos los animales del bosque. Margarita volaba emocionada sobre las aguas cristalinas junto a Roco celebrando la victoria contra la contaminación.

Desde ese día en adelante, los animales aprendieron a cuidar su hogar con más responsabilidad y amor; entendieron que proteger la naturaleza era tarea de todos y cada uno podía hacer su parte para preservarla.

Y así fue como Margarita pasó de ser una mariposa triste a convertirse en un símbolo inspirador para todos aquellos que soñaban con un mundo más limpio y sostenible.

FIN.

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