Margarita y la búsqueda de sus sueños




Margarita era una niña dulce y soñadora que vivía en un pequeño pueblo rodeado de verdes praderas y coloridas flores. El día de su cumpleaños número trece despertó emocionada, esperando que su día fuera mágico y lleno de alegría. Sin embargo, algo extraño sucedió esa noche. Mientras Margarita dormía, un misterioso coleccionista de sueños, conocido como el Señor Pesadilla, apareció en su habitación y comenzó a robar todos sus hermosos sueños. Al despertar, Margarita se dio cuenta de que algo extraordinario había desaparecido: ¡sus preciosos sueños!

Angustiada, Margarita decidió hablar con el mundo. Se sentó en el jardín de su casa y, con lágrimas en los ojos, le contó a las flores, al viento y a las estrellas lo que le había sucedido. De repente, una suave brisa le susurró al oído: "¡Margarita, no pierdas la esperanza! Los sueños nunca desaparecen del todo. Debes ser valiente y emprender un viaje al mundo de los sueños para recuperar lo que te pertenece."

Con el corazón lleno de coraje, Margarita decidió enfrentar al Señor Pesadilla. Confiando en la magia que había en su interior, se aventuró en un viaje extraordinario hacia el mundo de los sueños. En su travesía, conoció a personajes fantásticos como el hada de los deseos, el unicornio de la esperanza y el elfo de la valentía, quienes le brindaron su ayuda y sabiduría.

Finalmente, llegó al castillo del Señor Pesadilla, un lugar oscuro y escalofriante. Enfrentando sus miedos, Margarita desafió al Señor Pesadilla. Él intentó asustarla con sus sombras y monstruos, pero Margarita recordó las palabras del mundo y de los valiosos amigos que había conocido en su aventura. Con valentía y determinación, logró recuperar cada uno de sus sueños, devolviendo la luz y la alegría a su vida.

Desde ese día, Margarita comprendió que la magia más poderosa reside en el interior de cada persona, y que la valentía y la esperanza siempre prevalecerán sobre la oscuridad. Nunca más permitió que nada ni nadie le arrebatara sus sueños, y su corazón brillaba con una luz propia, inspirando a todos a su alrededor a nunca dejar de soñar.

FIN.

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