Margarita y la lucha por el bosque



Margarita era una niña muy especial. Desde pequeña había mostrado un gran amor y respeto por los animales, especialmente por los perros. Todos los días, ella salía a caminar por el bosque con su fiel compañero canino, Rocky.

Un día, mientras paseaban por el bosque, Margarita encontró a un cachorro perdido. Estaba en un estado lamentable: sucio, hambriento y asustado. Margarita no pudo resistirse ante la mirada suplicante del perrito y decidió llevarlo consigo.

-¡Mira Rocky! ¡Encontramos un nuevo amigo! Rocky ladró de alegría al ver al cachorro y ambos se acercaron para darle la bienvenida. Margarita sabía que tenía que cuidarlo y ayudarlo a recuperarse.

-¡Vamos a casa! -dijo Margarita mientras tomaba al cachorro en brazos. Durante varios días, Margarita se dedicó completamente al cuidado del nuevo miembro de su familia. Lo bañaba con agua tibia, le daba comida nutritiva y lo llevaba con el veterinario para asegurarse de que estuviera sano.

Poco a poco, el cachorro comenzó a recuperarse gracias al amor y dedicación de Margarita. Ella estaba feliz porque había salvado una vida y había encontrado otro amigo para compartir sus aventuras en el bosque.

Sin embargo, algo extraño comenzó a suceder en el bosque. Los árboles empezaron a ser talados indiscriminadamente y los animales empezaron a desaparecer poco a poco. La naturaleza estaba siendo destruida sin piedad alguna.

-¿Qué está pasando aquí? -preguntó Margarita a un grupo de trabajadores que talaban árboles cercanos. -Nos están pagando para hacer esto. No es asunto tuyo -respondió uno de ellos con desprecio. Margarita no podía creer lo que estaba sucediendo.

Ella amaba la naturaleza y sabía que debía protegerla. Así que decidió tomar cartas en el asunto. -¡Vamos Rocky! Tenemos que hacer algo por nuestro bosque. Margarita comenzó a investigar y descubrió que una gran empresa estaba detrás de la deforestación del bosque.

Decidió actuar y junto con sus amigos, organizó una protesta pacífica frente a las oficinas de la empresa. La noticia se difundió rápidamente y muchas personas se unieron a su causa.

Finalmente, gracias al esfuerzo conjunto, la empresa decidió detener el daño ambiental y comprometerse a restaurar el bosque. Margarita se sintió feliz al ver cómo su amor por los animales y la naturaleza había hecho una gran diferencia en el mundo.

Desde ese día, Margarita continuó caminando por el bosque con sus perros, pero ahora también llevaba consigo un mensaje importante: todos podemos hacer nuestra parte para proteger nuestro hogar natural.

FIN.

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