María Ariché y el Ballet de sus Sueños

María Ariché era una niña de 12 años que soñaba con ser bailarina de ballet, pero no confiaba en sus habilidades. A menudo se comparaba con las otras niñas de la academia y se sentía torpe y poco talentosa.

Un día, la maestra de ballet, la señorita Marta, notó la actitud de María y decidió hablar con ella. -María, ¿por qué te sientes tan insegura? Tienes gracia, empeño y mucha inteligencia.

El ballet no se trata solo de ser perfecta, se trata de expresar tus sentimientos a través de la danza. María comenzó a reflexionar sobre las palabras de la señorita Marta y decidió dar lo mejor de sí misma. Practicaba con dedicación y cada vez se sentía más segura.

Sin embargo, surgieron dificultades inesperadas. Durante un ensayo, María tropezó y cayó al suelo frente a todo el grupo. Se sintió avergonzada y tentada a renunciar.

Pero la señorita Marta la animó diciendo: -María, los tropiezos son solo una oportunidad para levantarse con más fuerza. Tú tienes el talento y la valentía para superar esto. María tomó aliento y decidió no darse por vencida. Con esfuerzo y determinación, practicó aún más duro. Finalmente, llegó el día de la presentación.

María estaba nerviosa, pero recordó las palabras de la señorita Marta y decidió disfrutar cada movimiento. Al subir al escenario, una sensación de libertad y alegría invadió su ser. Bailó con gracia y emoción, sorprendiendo a todos, incluyéndose a sí misma.

Al final de la presentación, la señorita Marta se acercó a María con una gran sonrisa y dijo: -María, has demostrado que la confianza y el esfuerzo pueden llevarte a alcanzar tus sueños.

Desde ese día, María Ariché aprendió a confiar en sus habilidades y a nunca rendirse, convirtiéndose en la bailarina que siempre soñó ser.