María Ésther y Antonio Chambi
En un pequeño pueblito de San Julián, vivía María Ésther, una niña hermosa con una cara redonda y cejas largas. Un día, mientras jugaba en el campo, conoció a Antonio Chambi, un niño con una gran sonrisa y ojos brillantes.
Desde el primer momento en que se vieron, supieron que serían grandes amigos. Juntos descubrieron los secretos del pueblo, exploraron la naturaleza y compartieron risas y aventuras.
Sin embargo, un día, una fuerte tormenta azotó San Julián y causó estragos en el pueblo. Muchas casas resultaron dañadas y la gente necesitaba ayuda.
Sin pensarlo dos veces, María Ésther y Antonio Chambi organizaron a los demás niños del pueblo y, con valentía y esfuerzo, trabajaron juntos para ayudar a reconstruir lo que la tormenta había destruido. Con ingenio y creatividad, encontraron soluciones para los problemas y, poco a poco, el pueblo volvió a recuperar su esplendor.
Esta experiencia les enseñó a los niños la importancia del trabajo en equipo, la solidaridad y la importancia de ayudar a los demás en momentos difíciles. A partir de entonces, María Ésther y Antonio Chambi se convirtieron en héroes en su pueblo, y su amistad se fortaleció aún más.
Juntos demostraron que, sin importar cuán pequeños sean, pueden marcar una gran diferencia en el mundo.
FIN.