María y el Encanto de la Conexión
Había una vez una niña llamada María, que era muy especial. Desde pequeña, sus padres se dieron cuenta de que ella veía el mundo de manera diferente a los demás niños.
Aunque le costaba comunicarse y relacionarse con los demás, tenía un corazón lleno de amor y una mente llena de imaginación. Un día, mientras María jugaba en el parque cerca de su casa, vio a un grupo de niños riendo y divirtiéndose juntos.
Ella deseaba poder unirse a ellos y sentirse parte del grupo, pero no sabía cómo hacerlo. De repente, María vio algo brillante en el suelo: era una mariposa azul hermosa y delicada. Sin pensarlo dos veces, decidió seguirla.
La mariposa voló cada vez más alto hasta llegar a un lugar mágico llamado "El Bosque Encantado". Cuando María entró al bosque, quedó fascinada por la belleza y la paz que lo rodeaban. Allí encontró a un zorro parlanchín llamado Lucas.
"-¡Hola! ¿Eres nueva aquí? ¡Yo me llamo Lucas! -dijo el zorro emocionado. ""-Sí, soy María -respondió tímidamente-. Estoy buscando una forma de ser parte del grupo en el parque.
"Lucas sonrió amablemente y le dijo: "-María, todos somos diferentes en nuestro propio camino. Tú tienes habilidades únicas que te hacen especial". María se sintió reconfortada con las palabras del zorro y decidió explorar más el bosque para descubrir esas habilidades especiales.
A medida que avanzaba entre los árboles, María encontró a una ardilla llamada Sofía. Era muy rápida y ágil. "-Hola, María. ¿En qué te puedo ayudar hoy? -preguntó la ardilla con curiosidad.
""-Estoy buscando una forma de comunicarme y relacionarme con los demás niños en el parque", respondió María. Sofía sonrió y le dijo: "-Tienes un don para observar el mundo que te rodea. Puedes notar cosas que otros no ven".
María se sintió animada por las palabras de la ardilla y decidió seguir adelante en su búsqueda. Mientras caminaba más adentro del bosque, encontró a un búho sabio llamado Oliver. "-¡Saludos, María! Veo en tus ojos una gran imaginación. Eso es algo maravilloso", dijo el búho con voz serena.
María se sorprendió al escuchar eso y preguntó: "-¿Cómo puede mi imaginación ayudarme a relacionarme con los demás?"Oliver explicó: "-La imaginación te permite crear mundos mágicos dentro de ti. Puedes usarla para contar historias increíbles que cautiven a quienes te escuchan".
María sonrió emocionada ante esa idea y decidió utilizar su imaginación para acercarse a los demás niños. Al salir del bosque encantado, María regresó al parque decidida a poner en práctica todo lo que había aprendido.
Se acercó al grupo de niños que aún seguían jugando juntos y les contó sobre sus aventuras en el Bosque Encantado. A medida que hablaba, utilizaba su habilidad especial para observar detalles únicos del entorno y su imaginación para crear historias fascinantes.
Los niños quedaron cautivados por sus palabras y, poco a poco, comenzaron a acercarse a ella. María se dio cuenta de que no importaba si era diferente, porque todos somos únicos de alguna manera.
A través de su amor, su observación detallada del mundo y su imaginación desbordante, pudo encontrar una forma especial de conectarse con los demás. Desde ese día en adelante, María siguió explorando el mundo con curiosidad y compartiendo sus maravillosas historias con todos.
Y así, se convirtió en una niña autista inspiradora para todos los que la conocían. Fin.
FIN.