María y el misterio del Día de Halloween



María era una niña muy curiosa y traviesa. Un día, cuando se acercaba el 31 de octubre, le pidió permiso a su mamá para salir a jugar con sus amigos en la noche de Halloween.

Sin embargo, su mamá le dijo que no, ya que esa noche se contaban leyendas de maldiciones y sucesos extraños. Pero María, desobedeciendo las órdenes de su mamá, salió esa noche sin contarle a dónde iba.

Mientras caminaba por las oscuras calles del vecindario, escuchó un susurro que le heló la sangre. Una voz misteriosa le advirtió que si no volvía a su casa antes de la medianoche, sería víctima de la maldición del 31 de octubre.

Asustada, María decidió regresar a casa, pero se perdió en el camino. Desesperada, recordó las advertencias de su mamá y se arrepintió de haber desobedecido. Con valentía, comenzó a buscar su camino de regreso, encontrándose con obstáculos y desafíos. Sin embargo, con ingenio y determinación, logró sortearlos.

Finalmente, justo a tiempo, llegó a casa antes de la medianoche, salvándose de la maldición. María aprendió una valiosa lección: la obediencia y la prudencia son virtudes que nos protegen de los peligros que acechan en la oscuridad.

Desde ese día, prometió escuchar y respetar siempre las advertencias de su mamá, convirtiéndose en una niña más responsable y reflexiva.

FIN.

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