María y el misterioso ladrido nocturno



María era una niña muy valiente y curiosa. Vivía en un barrio tranquilo con su familia y tenía un perro llamado Max, quien siempre la acompañaba en todas sus aventuras.

Una noche, mientras paseaban por el parque, María escuchó un ladrido muy extraño. "¿Qué fue eso, Max?", preguntó María con asombro. Max levantó las orejas y olfateó el aire, parecía inquieto. Sin pensarlo dos veces, María decidió seguir el sonido del ladrido misterioso.

Caminaron entre los árboles hasta llegar a un rincón oscuro del parque. Allí encontraron a un pequeño cachorro abandonado, temblando de frío y miedo. María lo acarició y le dio un poco de comida que llevaba en su mochila. "No te preocupes, pequeño.

Ahora tienes un hogar, vendrás conmigo", le susurró María al cachorro. Desde ese momento, el cachorro, al que llamaron Chispa, se convirtió en parte de la familia de María.

Juntos, vivieron muchas aventuras y aprendieron la importancia de ayudar a los que más lo necesitan, incluso cuando el miedo intenta detenernos.

FIN.

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