María y la aventura ecológica
María era una niña traviesa que no prestaba atención al cuidado del medio ambiente. Botellas, papeles y envoltorios de caramelos quedaban tirados en su camino, sin que le importara el daño que causaba.
Un día, mientras jugaba en el parque, María vio a un grupo de animalitos tristes y cansados, que parecían sufrir por la basura acumulada en su hogar. Entre ellos, se acercó un pajarito que apenas podía respirar por la contaminación del aire.
María lo observó con tristeza y, de repente, sintió un gran remordimiento por su falta de consciencia con el medio ambiente. Esa noche, mientras miraba las estrellas desde su ventana, María tomó una decisión: convertirse en una defensora de la naturaleza.
Con ayuda de su abuela, aprendió sobre la importancia de reciclar, ahorrar energía y cuidar a las plantas y animales. Día a día, María se dedicó a limpiar el parque, a cultivar árboles y a rescatar a los animalitos enfermos.
Con el tiempo, el parque se convirtió en un lugar hermoso y saludable, lleno de vida y alegría. Los animalitos y las plantas le demostraron a María cuánto podía cambiar el mundo una sola persona.
Ahora, María era feliz, sabiendo que su arrepentimiento la había convertido en una verdadera amiga del planeta.
FIN.