María y la fogata mágica

Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Lumbre, una niña llamada María que le encantaba pasar las noches alrededor de una fogata, contando historias y cantando canciones con sus amigos.

Un día, Maria decidió sorprender a todos comprando leña para hacer una gran fogata esa noche. "¡Chicos! ¡Esta noche vamos a tener la mejor fogata de todas! ¡He comprado mucha leña para que dure toda la noche!" exclamó Maria emocionada.

Todos sus amigos se alegraron y comenzaron a prepararse para la velada. Sin embargo, cuando llegó la noche, algo inesperado sucedió: una gran tormenta se desató sobre el pueblo y empezó a llover intensamente.

"¡Oh no! ¿Qué vamos a hacer ahora con toda esta leña y la lluvia cayendo?" preguntó preocupada Maria. Sus amigos miraban hacia el cielo con caras tristes, pensando que la fogata había sido arruinada por el mal clima.

Pero Maria, con su espíritu optimista y creativo, tuvo una brillante idea. "¡No nos vamos a rendir tan fácilmente! Podemos construir un refugio improvisado para protegernos de la lluvia mientras prendemos la fogata" dijo Maria con entusiasmo.

Así que todos juntos trabajaron arduamente utilizando ramas y hojas para crear un techo que los protegiera de la lluvia. Una vez terminado el refugio, encendieron cuidadosamente la fogata bajo él y pronto el calor reconfortante llenó el espacio.

"¡Miren chicos! A pesar de la lluvia, logramos tener nuestra fogata gracias al trabajo en equipo y a no rendirnos ante los obstáculos" exclamó Maria radiante de alegría. Todos sus amigos asintieron felices mientras disfrutaban del calor del fuego y compartían risas bajo su improvisado refugio.

Aquella noche aprendieron que con creatividad, determinación y trabajo en equipo, cualquier adversidad puede ser superada. Desde entonces, en Villa Lumbre se recuerda aquella noche como un ejemplo de cómo enfrentar los desafíos con positivismo y perseverancia.

Y María se convirtió en un símbolo de inspiración para todos los niños del pueblo.