María y su sueño intergaláctico



Había una vez una niña llamada María que vivía en la vibrante ciudad de Medellín, Colombia. Desde pequeña, María había sentido una profunda fascinación por el espacio. Pasaba horas en su habitación, rodeada de lápices de colores y hojas de papel, dibujando planetas, estrellas y cohetes. Su mayor pasión eran los planetas, especialmente Marte. María soñaba con un día poder visitarlo.

Un día, mientras dibujaba un brillante Marte de color rojo, su abuela entró a la habitación.

"- ¿Qué estás dibujando, María?" - preguntó su abuela con una sonrisa.

"- Estoy dibujando Marte, abuela. Quiero ir allí, conocer sus montañas y tal vez encontrar marcianos. ¡Sería maravilloso!" - respondió María, con los ojos iluminados de emoción.

"- ¡Eso suena increíble! Pero ir al espacio no es fácil, querida. Necesitarás estudiar mucho y prepararte bien" - dijo su abuela.

"- Lo sé, abuela. Pero te prometo que estudiaré y aprenderé todo lo que pueda sobre el espacio y la astronomía" - contestó María, decidida.

Con la motivación renovada, María empezó a leer libros sobre astronautas, cohetes y, por supuesto, Marte. Se pasaba las tardes en la biblioteca, siempre atento a cada nuevo descubrimiento que hacía. Aprendió que Marte tenía montañas más altas que las de la Tierra, y que había hielo en sus casquetes polares. La emoción la llenaba cada vez que aprendía algo nuevo.

Un día, mientras leía sobre misiones a Marte, descubrió un concurso de dibujo que premiaba a los mejores artistas de su escuela. El desafío era dibujar su propio viaje a Marte.

"- ¡Abuela! ¡En la escuela hay un concurso de dibujo relacionado con Marte!" - exclamó María, llena de entusiasmo.

"- ¡Eso es maravilloso, María! Estoy segura de que harás un gran trabajo. ¿Qué tienes pensado dibujar?" - preguntó su abuela.

"- Voy a dibujar una nave espacial muy colorida que me llevará a Marte. Quiero que se vea como un arcoíris, ¡brillante y alegre!" - respondió María.

Durante semanas, María trabajó en su obra. Usaba todos los colores que tenía, creando no solo el cohete, sino también un Marte lleno de vida, con paisajes increíbles y pequeños marcianos amistosos que la saludaban. Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de entrega, la duda comenzó a asaltarla.

"- Quizás no sea lo suficientemente buena..." - se susurró a sí misma una tarde.

Pero su abuela, siempre perceptiva, notó la preocupación en su voz.

"- María, recuerda que lo más importante no es ganar, sino compartir tu creatividad y tu amor por el espacio. Ya has hecho un gran trabajo." - la animó su abuela.

Con esas palabras, María volvió a su dibujo. Terminó su obra justo a tiempo y la entregó con emoción. El día de la exposición, María se sintió nerviosa, pero también emocionada por compartir su visión de Marte.

Cuando el jurado llegó a ver su trabajo, un niño más grande, que se presentaba como un experto en el tema, le dijo:

"- ¡Esa es una hermosa nave! ¡Me encantaría viajar en ella!" - le comentó, asombrado por los colores.

María sonrió, agradecida por el halago y lleno de esperanza. Cuando la tarde culminó, se hizo el anuncio de los ganadores. María no ganó el primer premio, pero ganó el premio del público, votado por sus compañeros.

"- Felicitaciones, María. Todos se han enamorado de tu alegría y tu pasión por Marte. Estás un paso más cerca de tu sueño" - le dijo su abuela, orgullosa.

Aquel momento le enseñó a María que los sueños, aunque grandes y lejanos, podían ser alcanzados con esfuerzo y dedicación. Desde entonces, no solo siguió dibujando, sino que también empezó a estudiar sobre astronomía y ciencias espaciales con aún más fervor. Sabía que cada pequeño paso la acercaba a su meta.

María nunca dejó de soñar con su viaje a Marte. Con el tiempo, siguió dibujando no solo planetas, sino también cohetes y astronautas. Y un día, con un poco de magia, ¡tal vez incluso se haría astronauta y podría ver ese hermoso planeta rojo con sus propios ojos!

Y así continúa la historia de María, una niña con una gran imaginación y un sueño aún más grande. Su viaje apenas comenzaba.

FIN.

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