Mariana, la niña aventurera



Mariana era una niña curiosa y aventurera a la que le encantaba aprender cosas nuevas. Cada día, al llegar al jardín infantil, se emocionaba al descubrir las actividades que tenían preparadas para ella y sus amigos. La maestra Anita siempre tenía algo interesante que enseñarles, y Mariana absorbía cada palabra como si fuera un tesoro.

Un día, la maestra Anita les contó a los niños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Les explicó cómo las plantas y los árboles nos proporcionan aire limpio para respirar, y cómo todos podían ayudar a proteger la naturaleza. Mariana quedó fascinada con la idea y decidió que quería hacer algo especial para cuidar el planeta.

Así que, con la ayuda de sus amigos del jardín, Mariana organizó una limpieza en el parque cercano. Armados con guantes y bolsas, los niños se dispusieron a recoger la basura que encontraban. Fue una tarea ardua, pero Mariana y sus amigos se mantuvieron animados, cantando canciones mientras trabajaban juntos.

De repente, Mariana descubrió algo brillante entre la maleza. Era un pájaro herido. Con cuidado, lo levantó y corrió hacia la maestra Anita pidiendo ayuda. Todos se acercaron para ver al pajarito y la maestra les explicó que debían llevarlo al veterinario para que lo curaran.

El veterinario los recibió amablemente y les explicó que el pajarito necesitaría cuidados especiales antes de poder volar de nuevo. Mariana y sus amigos se turnaron para visitar al pajarito y asegurarse de que se recuperara. Fue una experiencia maravillosa ver cómo el pequeño pájaro se fortalecía día a día gracias a sus cuidados.

Finalmente, el día llegó en que el pajarito estaba listo para volar. Mariana y sus amigos lo llevaron de regreso al parque y lo soltaron. Con emoción, vieron cómo el pajarito revoloteaba en el aire, finalmente libre. La maestra Anita los felicitó por su valentía y su espíritu de trabajo en equipo.

Desde ese día, Mariana entendió que, aunque fuera pequeña, podía hacer grandes cosas para cuidar el mundo que la rodeaba. Siempre recordaría a ese pajarito como un símbolo de lo mucho que podía lograr si ponía su corazón en ello.

FIN.

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