Mariana y sus cotorros aventureros



Mariana era una niña alegre y curiosa que vivía en una casa con un hermoso jardín. Un día, encontró dos cotorros perdidos en el jardín de su abuela. Los cotorros, a los que Mariana llamó Pico y Ala, estaban asustados y hambrientos. Decidió cuidarlos y criarlos con mucho amor.

Mariana investigó todo sobre los cotorros y aprendió a prepararles una dieta equilibrada. Les construyó una jaula espaciosa y les enseñó a volar alrededor del jardín. Todos los días, Mariana les contaba cuentos y les enseñaba palabras nuevas. Pico y Ala se convirtieron en sus mejores amigos.

Un día, una tormenta fuerte se acercó a la ciudad. Mariana se preocupó por Pico y Ala, así que los llevó dentro de la casa para protegerlos. La tormenta fue aterradora, pero Mariana les habló a sus cotorros con ternura y los calmó. Después de la tormenta, Mariana decidió que era momento de dejar que Pico y Ala vuelen libres en el jardín.

Los cotorros, agradecidos por el amor y cuidado de Mariana, decidieron quedarse cerca de ella. Juntos, vivieron aventuras emocionantes, exploraron el jardín y conocieron a otros pajaritos. Mariana entendió que, a pesar de su deseo de libertad, Pico y Ala nunca olvidarían el cariño y aprendizajes que les había brindado.

Al crecer, Mariana se convirtió en una defensora de la naturaleza, siempre cuidando a los animales y enseñando a otros a hacer lo mismo. Pico y Ala continuaron siendo sus compañeros leales, recordándole que el amor y la amistad pueden trascender las barreras entre especies.

¡Mariana y sus cotorros demostraron que el cuidado y la dedicación pueden llevar a vínculos inquebrantables y aventuras inolvidables!

FIN.

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