Marina, la leyenda de las olas solidarias



Había una vez en la costa de Mar del Plata, una gaviota llamada Marina. Marina era diferente a las demás gaviotas, no le gustaba volar alto ni pescar en el mar.

En cambio, prefería sentarse en la playa y observar a los niños construir castillos de arena. Un día, mientras observaba a los niños jugar, escuchó a una pequeña niña llorando desconsoladamente. Se acercó volando hasta ella y le preguntó: "¿Por qué lloras, pequeña?".

La niña entre sollozos le respondió: "Perdí mi collar con un medallón que me regaló mi abuela. Lo busqué por todas partes pero no lo encuentro". Marina sintió compasión por la niña y decidió ayudarla a encontrar su preciado collar.

Juntas recorrieron la playa buscando entre las algas y las rocas, hasta que finalmente lo encontraron enterrado en la arena. La niña se llenó de alegría al recuperar su collar y le dio las gracias a Marina con un abrazo.

La gaviota sonrió y le dijo: "No hay nada más valioso que ver una sonrisa en el rostro de alguien que amamos".

A partir de ese día, Marina descubrió que ayudar a los demás era algo que la hacía sentir plena y feliz. Dejó de lado sus miedos y comenzó a volar alto junto a las otras gaviotas para buscar personas o animales que necesitaran su ayuda.

Un día, durante una tormenta fuerte en alta mar, Marina divisó un barco pesquero en apuros. Sin dudarlo un segundo, se lanzó al mar y guió al barco hacia tierra firme salvando así a toda la tripulación.

Las noticias sobre el acto heroico de Marina se esparcieron rápidamente por toda la costa y pronto se convirtió en toda una leyenda entre humanos y animales.

Marina aprendió que cada uno tiene habilidades únicas para hacer del mundo un lugar mejor; solo hace falta escuchar nuestro corazón y estar dispuestos a ayudar al prójimo. Y así fue como Marina pasó de ser una simple gaviota temerosa a convertirse en un símbolo de valentía y solidaridad para todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla. Fin

FIN.

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