Marina y la Diosa del Mar


Había una vez en un pequeño pueblo costero, una niña llamada Marina que siempre soñaba con ser como el mar: fuerte, valiente y lleno de vida.

Desde muy pequeña, Marina se sentía atraída por el agua y pasaba horas contemplando las olas rompiendo en la orilla. Un día, mientras paseaba por la playa, Marina encontró una almeja dorada brillante.

Al tomarla en sus manos, sintió una extraña energía recorrer su cuerpo y escuchó una voz suave que le dijo: "Soy Yemayá, la diosa del mar. He elegido a ti para llevar mi virtud al mundo". Marina no podía creer lo que estaba pasando, pero decidió aceptar el desafío con valentía.

A partir de ese momento, comenzó a notar cambios en ella misma. Se volvió más compasiva y protectora con los demás, siempre dispuesta a ayudar a quienes lo necesitaban. Un día, un grupo de pescadores llegó al pueblo con malas intenciones.

Querían pescar todos los peces del mar sin importarles las consecuencias para el ecosistema marino. Marina sabía que tenía que hacer algo al respecto.

Se acercó a los pescadores y les habló con dulzura: "Amigos pescadores, entiendo que necesitan alimentarse y ganarse la vida pescando. Pero debemos hacerlo de manera responsable para proteger nuestro precioso mar y sus habitantes". Los pescadores se sorprendieron por las palabras de Marina y decidieron escucharla.

Juntos idearon un plan para pescar de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Con el tiempo, Marina se convirtió en una líder en su comunidad, inspirando a otros a seguir sus pasos y cuidar del mar como Yemayá lo haría.

Su bondad y determinación demostraron que incluso la persona más joven puede tener un impacto positivo en el mundo si actúa desde el corazón.

Y así fue como Marina descubrió la virtud de Yemayá dentro de sí misma: la capacidad de proteger y nutrir a los demás con amor incondicional. Desde entonces, cada vez que miraba al horizonte donde se encontraban el cielo y el mar fundiéndose en uno solo, recordaba su misión de ser como el océano: infinitamente generoso y lleno de vida.

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