Mariposa de Sabiduría
Había una vez en un tranquilo pueblo rodeado de un frondoso bosque, una niña llamada Kiara de 8 años. Un día soleado, Kiara decidió salir a jugar al bosque mientras su mamá preparaba la merienda.
Corría y saltaba entre los árboles, disfrutando de la naturaleza y el canto de los pájaros. De repente, Kiara se adentró más y más en el bosque, persiguiendo a una mariposa que revoloteaba sin rumbo fijo.
La niña se distrajo tanto persiguiendo a la mariposa que cuando quiso darse cuenta, se había alejado mucho del camino y ya no reconocía dónde estaba.
-¡Oh no! ¿Y ahora cómo vuelvo a casa? -se preguntaba Kiara preocupada mientras miraba a su alrededor buscando algún indicio familiar. Kiara recordó las enseñanzas de su mamá sobre cómo orientarse en el bosque: observar el sol para saber hacia dónde queda el oeste y buscar musgo en los árboles para identificar el norte.
Siguiendo estos consejos, la valiente niña decidió caminar en dirección contraria al sol para regresar a casa. Mientras tanto, su mamá empezaba a inquietarse al ver que Kiara no regresaba. Salió corriendo por el sendero del bosque llamando desesperadamente a su hija.
-¡Kiara! ¡Kiara! ¿Dónde estás? La pequeña escuchó la voz de su mamá y reconoció el sonido. Decidió seguirlo e incrementar sus pasos con determinación hasta encontrarla.
Finalmente, tras unos momentos eternos que parecieron horas, madre e hija se reencontraron con lágrimas de felicidad en los ojos. -Mamá, me perdí persiguiendo una mariposa pero recordé tus consejos y pude encontrarte -dijo Kiara abrazando fuertemente a su mamá.
-Mi valiente niña, estoy tan orgullosa de ti por haber mantenido la calma y recordar lo que te enseñé -respondió la mamá emocionada. Desde ese día, Kiara aprendió la importancia de prestar atención a sus alrededores y seguir las indicaciones adecuadas cuando se encontrase en situaciones complicadas.
Juntas regresaron a casa con un fuerte vínculo fortalecido por esta experiencia inolvidable en el bosque.
FIN.